Sevilla

«Si dependiéramos sólo de la Administración esto sería una guerra»

Una madre con tres hijos pone voz al 35,4 por ciento de andaluces que están en riesgo de pobreza

Esta madre con tres hijos habla de la situación que padece, muy similar a la de otras muchas familias andaluzas
Esta madre con tres hijos habla de la situación que padece, muy similar a la de otras muchas familias andaluzaslarazon

Una madre con tres hijos pone voz al 35,4 por ciento de andaluces que están en riesgo de pobreza

«¿Por qué hay tantas criaturas viviendo en la calle? ¿por qué tenemos que dar una patada a la puerta cuando hay tantísimas viviendas vacías? ¿por qué unos reciben ayudas y otros no?». Son algunas de las preguntas que se hace una madre de familia con tres hijos, sevillana, que pone voz a ese 35,4 por ciento de andaluces que están en riesgo de pobreza, según los últimos datos de la Encuesta de Condiciones de Vida publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un documento que refleja a las claras la situación de auténtica emergencia social que viven demasiadas familias en la comunidad autónoma, que continúa a la cola en la mayoría de los indicadores analizados, como los ingresos anuales medios por habitante o la capacidad para afrontar gastos imprevistos.

«Pagamos 200 euros de alquiler. Es un piso pequeño, un bajo interior muy viejo y con humedad, pero no nos podemos permitir algo mejor», asegura sin poner paños calientes. No le importa hablar de su realidad porque sabe que es la que padecen otras familias, muy cerca de lo que muchas veces pensamos. Debe dos meses de electricidad, pero «la asistenta nos ha dicho que llevemos las facturas. Ya nos ayudaron con los muebles y hay que esperar un tiempo para que nos den otras ayudas». Por mucho que se compliquen las cosas no quiere pedir dinero a su familia. «Preferimos comer arroz un mes antes que eso», reconoce. Su marido lleva casi nueve años en paro y cobra los 426 euros al mes para desempleados de larga duración. Ella tiene 30 años y estuvo tres meses trabajando gracias al programa laboral Pacas del Ayuntamiento y, posteriormente, en un comercio de teléfonos móviles. En 2015 se quedó embarazada y desde entonces no ha vuelto a trabajar.

Cuando han llegado más apreturas de las habituales «hemos mandado a los niños a comer a casa de unos familiares y nosotros hemos ido tirando con lo que teníamos». A Cáritas ha acudido a solicitar alimentos. También a una especie de economato social.

Ahora que llega el calor ni se plantea ir de vacaciones. «El verano pasado mis hijos pisaron la piscina porque fueron a la escuela de verano. Tampoco estuvimos en la playa». Los Feria de Abril sólo la ha visto en televisión. «Con lo que uno se gasta allí tengo para comer una semana». Los electrodomésticos son los que son y si se estropean «cuando se pueda se buscan otros de segunda mano».

Los jueves por la tarde acude a la Fundación Mornese a un curso de informática y también forma parte del programa Incorpora, de la Obra Social La Caixa. Se trata de una formación de tres meses con prácticas en una empresa, concretamente de atención sociosanitaria a personas dependientes. Es optimista. Tanto que confía en estar trabajando en junio. «Nos han dicho que hay posibilidades de que nos contraten porque hay mucha demanda en el reparto de zonas». ¿Qué pasaría si no existiera la labor de las organizaciones sociales? Es tajante: «Si dependiéramos sólo de la Administración esto sería una guerra». Lamenta que «hay personas que no lo necesitan, piden ayudas y se las dan, y no se les cae la cara de vergüenza». ¿Y los políticos? «Si hicieran realmente lo que dicen no estaríamos como estamos».

«Las cosas van mejor o el esfuerzo de las entidades sociales se nota más»

La Fundación Mornese es una organización de ámbito autonómico impulsada por el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. Persigue la promoción integral de niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, inmigrantes, minorías étnicas y los sectores marginales más desfavorecidos a través de numerosos programas, muchos de ellos financiados por entidades como La Caixa. Cuenta con una sede en Sevilla, otra en Jerez de la Frontera y dos recursos residenciales en Jun (Granada) y Jerez. En las instalaciones de la capital hispalense se atiende a casi mil personas, que buscan, en la mayoría de los casos, una integración laboral efectiva. En este punto, los responsables de la organización aseguran que «se ha notado un repute en la contratación». «Se puede deber a que las cosas van mejor o el esfuerzo de las entidades sociales se está notando más». En el área de menores la fundación lleva a cabo tareas de refuerzo educativo, apoyo psicológico y campamentos. En el área laboral imparte cursos de geriatría, corte y confección y polimantenedor de edificios. También atiende a unos 350 inmigrantes, impartiendo clases de español y mediación familiar.