Castilla y León

Aumentan los jóvenes que sucumben arrastrados por apuestas y juegos de azar on-line

Ángel Aranzana, presidente de Ajupareva, alerta a LA RAZÓN del agravamiento del inicio a edad temprana

Ångel Aranzana, presidente de Ajupareva
Ångel Aranzana, presidente de Ajuparevalarazon

La irrupción en el panorama actual de las nuevas tecnologías, además de facilitarnos la vida, también conlleva algunas desventajas. Una de estas últimas es que aceleran la posibilidad de caer en la ludopatía, en especial, el colectivo joven.

Apuestas deportivas o los juegos on-line como el póker, son sólo dos ejemplos. Una tendencia que va a más, como señala el presidente de la Asociación de Jugadores Patológicos Rehabilitados de Valladolid(Ajupareva), Ángel Aranzana, quien certifica a LA RAZÓN que en el último año ha crecido en un 17 por ciento el número de jóvenes afectados por el juego online y que se ha doblado el de las apuestas deportivas, que llegan en busca de ayuda. Incluso cuentan en las terapias con algún menor de edad.

Son seis, en la actualidad, las asociaciones existentes en Castilla y León, que engloban a unas 1.400 familias afectadas, y precisamente esta semana se ponían las bases para la puesta en marcha de una Federación regional, con el objeto de dar «más visibilidad a un problema social que en los próximos años va a ir en aumento». «Se está viendo que hay un cambio de tendencia. El viejo juego de las tragaperras y los bingos han dado paso al auge de las apuestas en los smarphones. Esperábamos un cambio más lento, pero va muy rápico. Calculo que en apenas cuatro años más de la mitad de las personas que acudan a la asociación serán menores de 30 años», lamenta. En la actualidad, esta franja de edad oscila alrededor del 25 por ciento de las casi 215 familias con las que trabajan, de los que 21 «enfermos» cuentan con menos de 20 años.

Un dato esclarecedor, es que hace siete años sólo había una persona con tratamiento por el juego on-line y esa cifra ha llegado hasta los 37 en 2017. «Y eso son sólo los que admiten el problema y buscan rehabilitarse», añade Aranzana que indica que, más o menos, el 4 por ciento de la población tiene este problema. Un 95 por ciento de las personas que se adentran en este mundo de la apuesta on-line tiene pérdidas.

Y es que los problemas derivados se acumulan: cambios de humor, abandono de estudios, problemas familiares, estafas a las propias empresas donde trabajan e, incluso ruptura matrimoniales. «Y en el caso de los jóvenes es más difícil la rehabilitación. Les cuesta admitir que son adictos», sentencia. Y también hay casos en que admitiendo el problema, no se dejan ayudar y se encierran en sí mismos. «Son los que tienen las recaídas más grandes», asevera.

Ángel Aranzana también advierte que hace falta más regulación en este tema, para evitar la proliferación de publicidad en medios convencionales y en la red que animan a apostar o a jugar -con el llamamiento de personaje spúblicos importantes-, la apertura de locales a escasos metros de los colegios (tiene que haber una distancia mínima de 150 metros), o la puesta en marcha de campañas de prevención para concienciar a toda la sociedad de sus efectos nocivos.