Donde esfuerzo y arte se unen para preparar a los mejores bailarines

Un intento más, un ensayo más, unas puntas desgastadas más. Aquí el esfuerzo y la dedicación se notan en cada movimiento, en cada cuerpo que inhala aire para exhalar arte. La precisión es clave para los casi 500 alumnos que acuden a los dos centros de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León, ubicados en Burgos y Valladolid.

Con la titularidad de la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de la Comunidad, dependiente de la Consejería de Educación, ofrecen a los amantes del baile tanto las Enseñanzas Elementales (de cuatro años de duración) como las Profesionales (seis años).

Las horas invertidas en pulir cada paso y formarse en esta milenaria forma de expresar van aumentando a medida que pasan los cursos, desde las seis semanales de los más pequeños a las 30 de aquellos que están terminando sus estudios y rozan el mundo profesional con las yemas de los dedos.

Las posibilidades de desarrollo laboral en este sector son múltiples, desde la interpretación en el mundo de la danza hasta la gestión cultural pasando por la escenografía o el vestuario.

Tanto es así, que los alumnos ya titulados trabajan en compañías nacionales e internacionales en países como Reino Unido (English National Ballet de Londres), Alemania, Estados Unidos (San Francisco Ballet), Portugal, Chile o Italia, entre otros.

Hasta llegar allí, hay que pasar al menos diez años preparándose y especializándose en las Escuelas bien en danza clásica -impartida en ambos centros-, en contemporánea -Burgos- o en española -Valladolid-, exprimiendo al máximo cada segundo tanto en el aula como en el escenario, ese que pisan como casi profesionales en sus últimos cursos gracias a una innovadora iniciativa, el «Taller coreográfico», cuyos resultados ya pudieron verse en la capital del Pisuerga el pasado 5 de abril y que llenarán las tablas de la Escuela Ana Laguna de Burgos el 29 de mayo.

Además, y como aval del excelente nivel de estos centros, sus alumnos han obtenido diversos reconocimientos como el primer y tercer premio en el Concurso de Danza Vaslav Nijinsky; el primer, segundo y tercer premio en el Certamen Nacional de Danza Orbe o la participación en el programa Prodigios de TVE.