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«El problema no es el IVA de la cultura, sino la falta de ideas y de renovación»

«El problema no es el IVA de la cultura, sino la falta de ideas y de renovación»
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Ávila

«Llevo tomándome la pintura en serio desde que tenía catorce años. En este tiempo he trabajado mucho el espacio y la identidad de las personas y su relación con los desiertos. Esto es, los espacios vacíos en influencia con las personas». Son palabras de Albano Hernández, un artista plástico que, pese a su juventud, se abre paso entre los más cotizados en nuestro país. Desde hace algo más de un año, su apuesta es más procesual, dirigida a la pintura. «Lo que trabajo son los restos del proceso gráfico, la decapación, que crea sobre la saturación de imágenes que se produce».

Este joven abulense, de 25 años, tras licenciarse en Bellas Artes hace dos años, lleva unos meses en Cambridge, una ciudad conocida por su prestigiosa universidad, que dista apenas una hora de la capital londinense, algo parecido a lo que ocurre entre Ávila y Madrid.

«Vine a continuar con mi formación y lo que hago es estudiar inglés por un lado, y arte por otro. Estoy aquí por mi cuenta y esto me permite tener un contacto directo con Londres», manifiesta.

En la city, confirma, siempre hay cosas por hacer: ver exposiciones, acudir a conferencias, participar en charlas o coloquios... «Es otro mundo distinto», argumenta el joven abulense.

En Inglaterra, Albano dice percibir «mucha más profesionalidad y seriedad en el trabajo, en el respeto hacia el artista, en la disciplina que sea». Y va más allá al asegurar que a España «le queda todavía mucho para situarse en el mapa internacional del arte».

Al respecto, reflexiona: «hay que estudiar nuevos modelos del sistema, porque no podemos seguir trabajando como hasta ahora, ya sea en el arte, en la ciencia o en los negocios. Hay que renovarse, sí, porque el problema no es el IVA, sino la falta de ideas y de renovación».

A su entender, nuestro país atesora una amplísima carga histórica, mucha tradición, y eso «pesa mucho», por lo que aunque sí hay proyectos, muchos se acaban materializando fuera de nuestras fronteras, donde hay apoyo económico.

Por ello, es lacónico al afirmar que «cuando se reconoce fuera, después, es cuando se aprecia dentro». Sin embargo, Albano tiene un recuerdo especial para su tierra: «Ávila es el lugar idílico para trabajar». En su caso, asegura encerrarse en el estudio que tiene en el pueblo de su padre, Berrocalejo de Aragona, y «a modo de ermitaño, me coloco las anteojeras, como los caballos, y sigo en línea recta. Nadie me distrae». Con esa dosis de tranquilidad y concentración, asegura, «estar tres o cuatro meses allí resulta enriquecedor».

De hecho, Ávila ha protagonizado cuadros suyos, como el que se impuso, en 2009 en la Bienal de Artes Plásticas de la Fundación Villar-Castilla y León, que tenía como paisaje al río Adaja.

Objetivo: Europa

Albano señala que su idea es instalarse en Europa, en Londres concretamente, pese a que antes, en los años que le restan hasta llegar a la treintena, desea viajar mucho. En particular en el cono sur de Iberoamérica. Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay son los lugares en los que pretende continuar, como él dice, con su «rodaje».

De hecho, acaba de completar un viaje de trabajo que le ha llevado a Buenos Aires y Montevideo. Dado que la situación en la capital argentina, dice, «está muy cálida en estos momentos», centró sus esfuerzos en la uruguaya. «Estuve en la Fundación Iturria, que me ha planteado una estancia», indica Albano Hernández, que prevé desplazarse nuevamente hasta ese país a lo largo del próximo verano, que será invierno en la zona austral.

Gerard Richter como referente

Albano considera que «es duro y costoso» dedicarse a su profesión, aunque se considera un privilegiado por poder hacerlo. «Es mi convicción, sé que voy a pintar viva o no de ello, estoy convencido». Y alude a sus años de facultad cuando, recuerda, había compañeros que alcanzaban las vacaciones y colgaban los bártulos. «No era mi caso. Yo cuando más trabajaba era en mis descansos, en fines de semanas, puentes y vacaciones de verano».

Y así, hasta llegar a este momento, en el que Albano, que sigue admirando a Gerard Richter, pero que también disfruta con los trazos de Rafael Canogar y Juan Usle, «habla en su obra de la pintura y sus procesos de creación».

El currículum de este joven abulense es interminable, brillante, y muestra a las claras su potencial de cara al futuro. Ha participado en cursos con Antonio López, en el Thyssen Bornemisza se acercó a Modigliani, o en el Reina Sofía, donde se interesó por la teoría de la imagen de Aby Warburg. Además, durante dos años fue becario en el Taller del Prado, en Madrid. Pero donde se demuestra su valía es en la enorme cantidad de obras que han sido elegidas para colecciones públicas o privadas, en Madrid, Andalucía, Castila y León, Castilla-La Mancha o Portugal. Y es que, Albano lleva exponiendo desde hace mucho tiempo. Sus primeras muestras individuales se remontan a 2007, y recuerda con especial cariño la que protagonizó en la galería Calir, de Carmelo San Segundo, en Ávila, y las realizadas en la Galería António Prates de Lisboa y la reciente de «Ni siroco ni pampero», en Punta del Este, Uruguay.

Asimismo, ha contribuido al éxito de más de 70 exposiciones colectivas y cuenta con premios tan prestigiosos como el BMW de Pintura, dotado con 25.000 euros, por «Sigrdrifa», pero también otros muchos, como el «Premio Gredos a la trayectoria», el Nacional Ciudad de Badajoz o el Internacional Eugenio Hermoso. Sin embargo, incide en que «es evidente que son importantes, pero no significan todo. Lo que resulta clave es tener una buena obra y hacer bien el trabajo, hagas lo que hagas».

Ganador del Premio BMW de Pintura

Albano Hernández Domínguez nació en Ávila, en 1988. Vive y trabaja en Cambridge, en Reino Unido, durante este año y su intención es recorrer en los próximos el Cono Sur de Iberoamérica. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense, fue merecedor del Premio BMW de Pintura, que le entregó la Reina, y en el que se impuso a más de 700 obras. Además, ha recibido decenas y decenas de galardones a lo largo y ancho de la geografía española.