Castilla y León
Imaginativas medidas en pueblos y ciudad para ahorrar energía sin notarse
Entre ellas figuran la utilización de lámparas led y reducción de la iluminación de monumentos
VALLADOLID- La situación económica lo requiere. Los ayuntamientos de Castilla y León han visto como sus presupuestos bajan, y han dedicado mucho de sus esfuerzos a reducir gastos de mantenimiento. El ahorro energético ha sido uno de sus pilares, y en los últimos años, las entidades locales han conseguido rebajar esas cifras. Todos ellas han puesto en marcha medidas imaginativas encaminadas a reducir el consumo eléctrico, y aumentar el respeto al medio ambiente, sin que se note en la ciudad ni en los bolsillos de los vecinos.
La principal iniciativa ha sido la instalación de lámparas de bajo consumo o la renovación del alumbrado público de los semáforos, además de aumentar la austeridad en el gasto de iluminación navideña. En este caso el que más lo ha reducido es el Ayuntamiento de Burgos, que en la última Navidad gastó un 80 por ciento menos. También es destacable el descenso en ciudades como en Zamora, del 70 por ciento; y en Ávila, del 60 por ciento.
También los más atrevidos han impulsado proyectos en los que las nuevas tecnologías están permitiendo este ahorro. Es el caso del Ayuntamiento de Soria, que dispone de una aplicación informática para optimizar el consumo energético de sus edficios municipales, que estará en pleno desarrollo a finales de 2014, y permitirá el ahorro de mucho dinero.
Por su parte, el Consistorio de Zamora, que preside Rosa Valdeón, participa en una iniciativa pionera de eficiencia energética que fomenta el uso de las energías renovables y ampliar la aplicación de las nuevas tecnologías en los servicios públicos. La iniciativa busca lograr un espacio urbano más habitable y sostenible con la aplicación de las soluciones pensadas para las ciudades inteligentes.
En cuanto a las medidas tradicionales se refiere, la inversión en la instalación de lámparas de bajo consumo y armarios reguladores de luz y el nuevo horario de encendido del alumbrado de la Muralla propiciados por el Ayuntamiento de Ávila permite el ahorro de un millón de euros al año.
En esta misma línea, el de Burgos está implicando a la ciudadanía con el desarrollo de talleres y charlas y la instalación de luminarias, mientras que el de León con las iniciativas impulsadas se ha puesto como meta alcanzar el 20 por ciento de ahorro en la factura energética.
El Ayuntamiento de Palencia además de las lamparas, ha llevado a cabo la renovación en los sistemas de calefacción en los centros municipales, lo que le permite reducir su gasto en un 40 por ciento, es decir unos 220.000 euros anuales.
Más de siete años lleva el Consistorio salmantino aplicando una política de ahorro energético en el área de alumbrado público, lo que le ha permitido reducir el gasto en casi 500.000 euros.
Misma cifra que ha invertido el Ayuntamiento de Segovia en la renovación del alumbrado, y que en su primer año a pleno rendimiento le ha provocado un 45 por ciento menos de inversión.
Asimismo, el de Soria, a través de dos proyectos «Life» y a sus políticas de ahorro, con reducción de intensidad en algunas zonas, de horario en otras y de reposición de luminarias de bajo consumo, ha logrado una rebaja anual del consumo de más del 10 por ciento.
El de Valladolid ha conseguido una disminución del 48 por ciento con la sustitución de toda la iluminación por tecnología led y la instalación de lámparas de bajo consumo en la iluminación de monumentos. Por último, el Ayuntamiento de Zamora ha rebajado su factura eléctrica en unos 600.000 euros con acciones como instalación de semáforos con bombillas leds, la renovación del alumbrado público y la instalación de reguladores en los edificios públicos.
Biomasa, eficacia y mayor ahorro
La Biomasa se ha convertido en una alternativa para mejorar el ahorro energético en las ciudades de Castilla y León. Las administraciones cada vez están más convencido de ello, y el 35 por ciento de los municipios ya ha incorporado calderas de biomasa en algunos de sus edificios públicos. Y es que, esta materia permite un ahorro económico, que oscila entre el 30 y el 70 por ciento,una alta reducción de emisiones de CO2, así como un descenso muy alto en incendios forestales, dado que su explotación conlleva la limpieza del monte. En definitiva todo ventajas y una alternativa para el futuro.
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