Indagan sobre la mujer, de raíces vallisoletanas, que influyó en la libertad de la América Hispana

«Simón después de Teresa» es la primera incursión literaria de Miguel Ángel de la Calle, leonés de Riaño pero afincado en Valladolid desde hace muchos años.

Un libro que sale a la luz tras muchos meses de investigación, con el que el autor indaga en la vida de María Teresa del Toro y Alaiza, una joven de familia noble y raíces vallisoletanas, y en su historia de amor con Simón Bolívar, el «Libertador» de la América Hispana. Las vivencias de ella, escritas en cartas que plasma en formato diario y utilizando un lenguaje de la época, le sirven al autor para contar la relación de la pareja desde que se conocen a finales del siglo XVIII hasta que se casan, tras muchas peripecias, en mayo de 1802.

Misivas que ayudan también a descubrir la fuerte personalidad del joven aristócrata, militar y político venezolano, y cómo la prematura muerte de Teresa en Venezuela al poco de contraer matrimonio, cambió su mentalidad y, con el tiempo, se convirtió en el hombre que propició la libertad de Hispanoamérica frente al imperio español. «Fue una mujer excepcional que murió joven, pero su fatal desenlace provocó que Simón Bolívar se dedicara en cuerpo y alma desde entonces a luchar por la emancipación de las tierras americanas», señala a LA RAZÓN Miguel Ángel De la Calle.

El propio escritor pone de manifiesto en las páginas del libro la «decisiva» influencia de Teresa del Toro y Aleiza en la vida de su marido tras su fallecimiento, al recordar lo que el aristócrata venezolano le dijo a su ayudante Perú de Lacroix: «Si no hubiera enviudado, mi vida hubiera sido otra. No sería el general Bolívar ni el Libertador. La muerte de mi mujer me puso muy temprano en el camino de la política y me hizo seguir después el carro de Marte en lugar del arado de Ceres. Vean pues, ustedes, si ha influido».

Se da la circunstancia de que la familia paterna de la mujer de Miguel Ángel de la Calle está emparentada con la esposa de «El Libertador». Un hecho que, según reconoce el autor, hizo que aumentara su curiosidad por ahondar en este parentesco y por conocer la relación de María Teresa Rodríguez del Toro y Aleiza con Valladolid.