Castilla y León
La batalla final por la minería se librará en los próximos meses
El sector se enfrenta pesimista, pero con ganas de dar la batalla, al cierre en 2019 ante la amenaza de devolver las ayudas de las minas rentables
La otrora importante minería de Castilla y León se prepara para convertir el recién estrenado 2018 en el año de la batalla final, emprendida por los alcaldes de las cuencas y los sindicatos mineros para salvar un sector que antes de la adhesión de España a la Unión Europea contaba con miles de trabajadores en la Comunidad y que hoy cuenta con menos de 400 empleados en activo. En el calendario de los agentes del sector, la fecha del 1 de enero de 2019 está marcada en rojo como el momento en el que se tendrán que cerrar las explotaciones de carbón deficitarias, mientras que las rentables deberán devolver las ayudas cobradas desde 2010.
La amenaza de cierre de las centrales térmicas de interior y el fin del Plan del Carbón vigente desde 2013 son otros de los motivos que hacen pensar que la minería puede estar viviendo sus últimos días en la Comunidad. Además, la entrada de las empresas mineras en concursos de acreedores y procesos de liquidación, especialmente a partir del año 2012, dejan a día de hoy un «sector reducido con contratos que no dan estabilidad», denuncian los representantes sindicales de las empresas mineras.
Pero el plazo marcado por la Unión Europea para que las explotaciones rentables devuelvan las ayudas percibidas desde 2010 es la principal espada de Damocles que pende sobre el futuro del sector a lo largo de este año.
Si bien, tras reunirse esta misma semana con el secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, los representantes sindicales consideran que «todavía hay margen de actuación» para frenar el proceso, y reclaman que la normativa contemple una cláusula para que las empresas no tengan que devolver las ayudas de golpe.
La otra gran amenaza a la que se enfrenta la minería de la Comunidad es el anuncio de las empresas eléctricas sobre el cierre de las centrales térmicas de interior, una medida que el Gobierno está intentando regular a través de la publicación de un real decreto. Por ello, los sindicatos llaman al resto de formaciones políticas a cerrar filas con el ministro, “Sin las térmicas, el carbón no tiene futuro», advierten.
Asimismo, reclaman un pacto de Estado por la energía, con un nicho para cada fuente de producción y en el que el carbón ocupe su lugar como «reserva estratégica». Sindicatos y alcaldes mineros son conscientes de que el futuro del carbón «es muy negro», y que debe producirse un cambio para asegurar la viabilidad futura de las pocas explotaciones activas que quedan en Castilla y León,
Mientras tanto, aseguran también que seguirán en la lucha en defensa del sector.
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