Bibliotecas y Museos
La Casa Revilla de Valladolid invita a dar un paseo por «Las historias de la historia»
Se pueden contemplar más de un centenar de pliegos o aleluyas recopilados desde el siglo XVIII
«Desde Cierva hasta Fortuna, todo el mundo se vacuna»; «Aleluyas de la tasa o Argente se fue a su casa» o «Don Pedro el Cruel o el zapatero y el rey». Aquel que tenga oportunidad de acercarse hasta la Casa Revilla de Valladolid viajará al pasado a través de sucesos que acontecieron hace años, historias cotidianas, falsificaciones o crítica y opnión partidista. Un título tan sugerente como «Las historias de la historia» recoge un total de 111 testimonios impresos a través de pliegos, aleluyas, abanicos, estampas, recortables y grabados de las colecciones Martínez-Leis y la Fundación Joaquín Díaz.
Y, precisamente, el propio etnógrado zamorano es el comisario de esta muestra, en la que se quiere poner en relevancia el papel impreso y la simplificación en los textos, desde un punto de vista sensacionalista como sentimental, tal y como apuntaba el propio Díaz en su presentación junto a la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo, quien animaba a visitar esta muestra ya que «no enseña a conocer la realidad». Hay intrahistorias que hay que dar a conocer por que eso nos hace adentrarnos en los grandes acontencimientos, de los que se sabe muy poco».
Joaquín Díaz manifestaba que a la hora de ir elaborando la exposición, recordaba cuando estudiaba bachillerato y la historia se estudiaba junto a la geografía. «Era la mejor manera de explicar lo que ocurría para dar importancia al lugar donde se producía el acontecimiento histórico.
El comisario matizaba que existen muchas clases de historia, y que la denominada «historia real», sólo puede comprenderse si va acompañada de una historia poética, legendaria, soñada, social o de creencias.
Y todas esas historias de la historia, con su símbolos y emblemas, con personajes como Napoleón Bonaparte, Cristóbal Colón el Cid Campeador o Cánovas del Castillo, deambulan por esta extraordinaria exposición basada, eso sí en la «humilde eficacia del papel impreso».
✕
Accede a tu cuenta para comentar