La Fundación Catedral de Burgos crea un Centro Internacional de la Vidriera Española

La Fundación «VIII Centenario de la Catedral. Burgos 2021» impulsa la creación en Burgos de un Centro Internacional de la Vidriera Española. Así lo anunció el vicepresidente de la institución, Antonio Miguel Méndez Pozo, durante la presentación de este pionero proyecto, que cuenta con el respaldo también del Centro de Ciencias Humanas y Sociales del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), de la Sociedad Española de Cerámica y Vidrio y de la Universidad de Burgos (UBU).

Méndez Pozo indicó que dentro de los objetivos de la institución se encuentra que «algunos de los proyectos que se elaboren tengan una continuidad» y que «dentro de ese espíritu» se encuentra esta ambiciosa iniciativa.

«Encaja perfectamente con lo que diseñamos desde la Fundación y también como elemento importante de dinamización económica y de colocar a Burgos en el punto de mira que la ciudad merece», declaró Méndez Pozo, al mismo tiempo que advirtió que «no hay que dejar pasar este tren» porque «es un proyecto perfectamente armado y es posible».

La impulsora del mismo es la profesora de Historia del Arte de la UBU, Pilar Alonso, quien ensalzó que se trata de una iniciativa científica y relató que Burgos se distingue por atesorar un gran patrimonio, entre el que se encuentra el «desconocido» patrimonio de las vidrieras. Sin embargo, recordó que durante los últimos diez años éste ha tenido un «gran reconocimiento internacional» y que «ahora se pretende posicionarlo en el ámbito cultural social y turístico de la ciudad».

Tras relatar la importancia de Burgos en la Edad Media como lugar de asentamiento del arte del vidrio (primero en el Real Monasterio de las Huelgas y luego en la Catedral), incidió en que se pretende «posicionar a Burgos y al patrimonio en todos los ámbitos de la sociedad y también asentar las bases de acción continuada futura».

Así, algunos de los detalles que se adelantaron son que su presupuesto rondaría los seis millones entre el valor de la parcela y la restauración y construcción del mismo, y que ocuparía el edificio de ladrillo que se encuentra al lado de La Estación.

Las instalaciones, de composición rectangular, se dividirían en dos plantas, de 1.000 metros cuadrados cada una, en las que se ubicarían, según explicó el arquitecto Ignacio Camarero.