Las vacaciones escolares del año que viene coincidirán con la Semana Santa

Las vacaciones escolares de Semana Santa del próximo curso 2018/2019 coincidirán en tiempo y forma con la celebración religiosa. Así lo avanzaba, ayer en Valladolid, el consejero de Educación, Fernando Rey, durante una jornada organizada por el Consejo Escolar de Castilla y León, que se celebraba en las Cortes regionales para analizar los tiempos escolares.

Objetivo: escuchar a los miembros de la comunidad educativa y abrir un debate sobre este asunto que en el presente curso académico ha generado una gran polémica entre los padres. Y es que este año los alumnos tendrán que ir a clase el Lunes, Martes y Miércoles Santo, y librarán el Jueves y el Viernes por ser festivo así como la semana siguiente a la celebración religiosa.

«Queremos que el tiempo escolar sea el más adecuado para que nuestros alumnos puedan desarrollar su estudio al máximo», decía el consejero, mientras llamaba a la comunidad educativa a reflexionar sobre ello y consensuar lo mejor para los menores. En este sentido, Fernando Rey ponía como ejemplo lo ocurrido en Educación Secundaria, donde se ha acordado adelantar los exámenes de septiembre a julio.

El presidente del Consejo Escolar, Marino Arranz, por su parte, anunciaba la elaboración de un documento final dentro de un mes o mes y medio aproximadamente, que incluirá propuestas consensuadas que entregarán a la Consejería de Educación y que, en su opinión, será referente para las normas que estén vinculadas a los tiempos escolares.

«No nos ponemos límites y lo que queremos es conjugar las sensibilidades de todas las partes», apuntaba Arranz, quien estipulaba un plazo de mes o mes y medio para elaborar dicho documento que, según explicaba también Fernando Rey no será vinculante sino preceptivo.

Pese a todo, el consejero recordaba que la Junta «hará lo que diga el Consejo Escolar».

Y es que las opiniones sobre este asunto son variadas y se ponían sobre la mesa durante la jornada de ayer. Así, por ejemplo, algunos expertos como Inmaculada Egido, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, apostaba por una distribución más equilibrada de los descansos, con siete u ocho semanas de trabajo y dos de descanso, y más descansos entre clase y clase y un recreo, además de las vacaciones pertinentes.