Patrimonio

Lerma se engalana para los 400 años de su conjunto monumental barroco

«Todos los vecinos de la villa se han implicado», dice orgullosa la alcaldesa de la villa, Celia Izquierdo.

Celia Izquierdo, Alcaldesa de Lerma.
Celia Izquierdo, Alcaldesa de Lerma.larazon

«Todos los vecinos de la villa se han implicado», dice orgullosa la alcaldesa de la villa, Celia Izquierdo.

Al pasear por las calles empedradas de Lerma, el visitante es seducido por un aroma que invita a fiesta. Se vive en el ambiente y se descubre en cada vecino que este 2017, es un año muy especial para esta villa regada por el Arlanza. No es para menos, ya que justo hace 400 años se ponía punto final a dos de los edificios patrimoniales más relevantes de esta localidad burgalesa: la colegiata de San Pedro -que además vela armas para convertirse en sede de Las Edades del Hombre- y el fastuoso Palacio Ducal, hoy reconvertido en Parador de Turismo. Por ello, se ha elaborado un amplio programa, que abarca todo el año, y liderado por el Ayuntamiento, pero que ha contado con la implicación de todos los habitantes lermeños y de las asociaciones existentes, para unos fastos inigualables.

«El 7 de octubre de 1617 se inauguró la colegiata, dando paso a 22 días de fiesta ininterrumpida, aunque eso este año no va a ser posible porque las arcas del Ayuntamiento no son como las del Duque», bromea la alcaldesa de este pequeño municipio, Celia Izquierdo, que muestra a LA RAZÓN, a lo largo de un paseo, los atractivos de las villa. Un conjunto herreriano único que se conserva cuatro siglos después al igual que, indica la alcaldesa, cinco de los seis conventos que existían por entonces.

Fiesta en agosto

Uno de los platos fuertes llegará el primer fin de semana de agosto (4, 5 y 6), al reforzarse la Fiesta Barroca, para conmemorar esos 22 días de fiesta. Jornadas en las que se contará con la presencia de recreadores de los Tercios de Flandes, llegados de Europa; se representarán distintas escenas del recibimiento del Rey y la recreación teatral de este año, adelanta la alcaldesa, se celebrará en el interior de la colegiata. Un festejo en la que no faltarán los tradicionales bailes de máscaras, hogueras, mercadillos, desfiles de época y la participación de casi 500 vecinos disfrazados.

Pero la gran novedad este año es que el 7 de octubre se va a recrear la consagración de la Colegiata. En ella se revivirá el traslado del Santísimo Sacramento desde la iglesia de Santa Clara. Habrá altares efímeros por todo el recorrido, donde los particantes irán ataviados con ropa de época -se han apuntado 150 vecinos a mayores para participar en esta recreación-, y es por ello, que Celia Izquierdo aplaude la buena disposición de los habitantes de Lerma para todos estos actos. «Todas las actividades que se van a celebrar este año es gracias a la implicación de los vecinos. Hemos mantenido distintas reuniones con ellos y con las asociaciones para que propusieran ideas y prácticamente todas han salido adelante. Tenemos un pueblo para sentirnos orgulloso».

Carreras nocturnas por el casco histórico, talleres de máscaras y de costura para la confección de trajes de época o actuaciones teatrales y musicales, son algunas de las actividades que ya se están desarrollando o se van a celebrar en los próximos meses, para recordar un «2017 inolvidable».

Otro de los proyectos a lo que se refiere la alcaldesa es el de «Embajadores de Lerma», gente vinculada a la villa pero que no viven en ella y que se han implicado, sobre todo en las redes sociales, para promocionar este cuadrigentésimo aniversario.

«No es lo mismo ver un monumento sin vida que verlo con vida», destaca la alcaldesa que espera una avalancha de visitantes, no sólo en el mes de agosto, sino a lo largo de todo el año.

«Va a ser una prueba de fuego de cara a 2019 con Las Edades del Hombre». Para ello se está trabajando, en especial en tema de urbanismo, es especial en accesibilidad, haciendo rampas para que todos los visitantes puedan disfrutar de los encantos de esta localidad, o pavimentando calles que se encuentran en un estado bastante deteriorado.