Nueva York

Los vinos de Castilla y León se lanzan a la conquista de mercados en Estados Unidos

La Razón
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Los vinos de Castilla y León de calidad han puesto sus ojos en los Estados Unidos para seguir creciendo. Norteamérica es en estos momentos el principal consumidor de vino del mundo, con más de 3.700 millones de botellas vendidas, y es un mercado en el que España, en general, pero Castilla y León, muy en particular, apenas tienen presencia. Nuestro país tiene una cuota de mercado de un 6,3 por ciento en EEUU, y entre las diez marcas españolas con más presencia no hay ninguna de nuestra Comunidad.

Para ello, las dos denominaciones de origen más importantes de la Comunidad, Ribera de Duero y Rueda, se han unido en una alianza sin precedentes orientada a la promoción para desembarcar juntas en los EEUU y conseguir que tanto los vinos ribereños como los de Rueda tengan la misma consideración en la nación del Tío Sam como la que ya tienen ganada en España desde hace tiempo, donde copan el 16,7 por ciento de la cuota total del mercado, sólo superados por Rioja.

Para ello, han ideado un ambicioso plan para su desarrollo durante los próximos cinco años en siete estados norteamericanos principalmente, como son California, Florida, Nueva York, Nueva Jersey, Texas, Illinois y Massachussets, que cuenta con el respaldo de la Consejería de Agricultura y Ganadería, y en el que se invertirán más de 18 millones de euros procedentes de inversiones de las propias denominaciones de origen así como de dinero europeo procedentes de la OCM del vino. Castilla y León ha peleado bastante por lograr los máximo recursos posibles y se ha convertido en este último año en la segunda perceptora de toda España, gracias al buen hacer del departamento que dirige Silvia Clemente, que ha conseguido que, desde 2009, hayan llegado a la Comunidad casi 25 millones de euros de estos fondos, que se han destinado a 540 programas de desarrollo rural en torno al vino que han beneficiado a diez mil viticultores de castellanos y leoneses. La calidad será el principal ingrediente de esta alianza ilusionante, pero aún un poco verde, ya que deberán definir el perfil del consumidor que buscan y que no se ha marcado un objetivo fijo de ventas.

Aunque se trata de una alianza entre Ribera de Duero y Rueda, no se descarta que en un futuro puedan entrar otras denominaciones de origen de Castilla y León. Para el presidente del Consejo Regulador de la Ribera del Duero, Enrique Pascual, este acuerdo podría ser el embrión de algo más grande en un futuro, como sería la unión de todos los vinos de calidad de Castilla y León para abordar estrategias conjuntas de promoción exterior y de la mano de la marca España.