Sanidad distribuye 672.000 vacunas en siete semanas para hacer frente a la gripe

Sáez Aguado anima a la población a inmunizarse para reducir el impacto del virus este año.

La consejería de Sanidad distribuirá 672.000 dosis de vacunas frente a la gripe en siete semanas. Así lo anunció el consejero del ramo, Antonio María Sáez Aguado, quien hizo un llamamiento a la ciudadanía para que se inmunice de forma «escalonada» para reducir el impacto del virus este año.

Sáez Aguado incidió en que se trata de una prestación «eficiente» contra una enfermedad que tiene consecuencias sobre la salud y la economía. La campaña arrancará el lunes que viene, 7 de noviembre, y se prolongará hasta el 23 de diciembre.

El consejero, acompañado por el gerente de Sacyl, Rafael López Iglesias, y el director general de Salud Pública, Agustín Álvarez Nogal, presentaron los detalles de la campaña, que dada la benévola climatología y los picos epidémicos de ejercicios anteriores se a retrasado un mes. Sáez Aguado confió en lograr unos resultados «positivos» en la Comunidad, que destacó que está a la cabeza, junto a La Rioja, en la inmunización frente a este virus, cuya actividad es «inevitable».

En ese sentido, el consejero aseguró que la gripe es una infección que genera morbilidad, mortalidad y un impacto socioeconómico, tanto en horas perdidas, como el bajas laborales, que afectó a una de cada cuatro personas en edad de trabajar el pasado año. Además, Sáez Aguado recordó que algunos pacientes tuvieron que ser ingresados ya que el virus provoca, a veces, descompensaciones en patologías previas. De hecho, de los 25.400 casos contabilizados el ejercicio anterior, el 0,9 por ciento se consideraron graves.

Por ello, el titular de Sanidad hizo hincapié en que la vacunación frente a la gripe es una responsabilidad individual, pero también colectiva, ya que recalcó que ayuda a reducir la circulación de este virus, que tiene un umbral epidémico de 54 casos por cada 100.000 habitante y que en Castilla y León alcanzó su mayor difusión el pasado año a finales de diciembre y principios de enero, con un máximo de 160 casos por cada 100.000 habitantes, si bien en algunos ejercicios alcanzó un pico de 400 enfermos.

Finalmente, el consejero reconoció que la cobertura de trabajadores sociosanitarios es «baja» y que puede deberse a que se sientan protegidos por su condición.