Apartan de su cargo a los ocho mossos imputados por la muerte del Raval

Hasta el momento, el único imputado por la muerte del empresario del Gayxample Juan Andrés Benítez, era El Yazid, el hombre con el que se peleó en el Raval antes de ser reducido y, según varios vídeos grabados por vecinos, ser golpeado por los Mossos. No obstante, ayer, la situación cambió y la juez que investiga este caso imputó además a ocho agentes de los Mossos d'Esquadra que intervinieron en su reducción a las puertas de su casa, en la calle Aurora, la noche del 5 de octubre. Benítez falleció horas después en el hospital. La autopsia señaló que presentaba múltiples contusiones y heridas en todo el cuerpo.

Causa archivada

El juzgado ha archivado la causa contra El Yazid, al considerar que la trifulca no tiene relación con la muerte posterior del empresario, porque tras la disputa solo sangró un poco por la nariz y en un dedo.

Ahora, la juez ha decidido imputar a ocho mossos por el presunto delito contra la vida y/o contra la integridad física, por otro contra la integridad moral, así como por obstrucción a la justicia y coacciones. Los agentes tendrán que declarar el 13 de noviembre.

La titular del juzgado, Eva Moltó, señala en su auto que tanto las declaraciones de los testigos como los vídeos grabados por varios vecinos «ponen de manifiesto que los agentes no se limitaron a efectuar maniobras de reducción» a Benítez para detenerlo.

Sobre los vídeos, hace hincapié en que recogen «los estremecedores lamentos y gemidos aparentemente agónicos» de la víctima, y que varios testigos le aseguraron que las agresiones de los mossos continuaron una vez cesaron los gritos.

La magistrada considera veraz la versión de los testigos que declararon «de manera serena, verosímil, rotunda y sin el menor atisbo de animadversión contra los agentes actuantes» que estos mossos pegaron puñetazos, patadas, e incluso utilizaron una porra o defensa policial.

En referencia a los supuestos delitos de obstrucción a la justicia y de coacciones, la juez recuerda en el auto que una testigo aseguró que agentes de los Mossos le ordenaron borrar las imágenes que había filmado la noche de los hechos, y que esta vecina está pendiente de declarar en sede judicial porque se encuentra fuera de Barcelona.

Además, la juez insiste en que varios testigos aseguraron que uno de los mossos echó una botella de agua sobre la mancha de sangre donde había estado tendido Benítez antes de que los servicios de limpieza actuasen en la zona, lo que de confirmarse sería también un delito por obstrucción a la justicia.

La juez recuerda que encargó el caso a un cuerpo policial diferente a la de los agentes, en este caso a la Policía Nacional, para realizar una investigación «lo más objetiva, imparcial y extensa posible» antes de imputar a los ocho agentes por unos presuntos delitos que consideró de indudable gravedad.

La autopsia concluyó que la muerte de Benítez es de tipo «médico legal homicida», y que se produjo por múltiples traumatismos sobre la región cráneo facial.La juez está a la espera también de un informe toxicológico para hacer un dictamen definitivo.

Apartados

Por su parte, el departamento de Interior apartó de los Mossos a los ocho agentes imputados. El conseller Ramon Espadaler señaló que acordaron estas suspensiones cautelares ante la gravedad de los delitos por los que están imputados. En una breve comparecencia, Espadaler recordó que el pasado jueves, cuando puso públicamente en duda el contenido del informe de la Policía que concluía que los agentes dieron cinco golpes a la cabeza del empresario, anunció que si finalmente la juez imputaba a los mossos les aplicarían medidas cautelares.