Ahora en Común
Colau se propone acabar con el «top manta» con folletos informativos
La CUP plantea que los manteros se conviertan en pescadores y cuentacuentos
Manzanas de madera que hacen de fruteros, palos selfies, pulseras y pareos de playa. En la zona del Port Vell de Barcelona se puede encontrar casi de todo, de lunes a domingo y en horario ininterrumpido. Los vendedores del «top manta» saben que lo que triunfa, no obstante, son las camisetas del Barça, las Nike Rose Run y las Adidas Smith. Por eso, el paseo Joan de Borbó está regado de mantas con estas zapatillas, a las que cuesta mucho encontrar la falsificación. De ahí, que muchos turistas opten por comprarlas allí, en vez de ir a las tiendas autorizadas, donde ofrecen un producto de mayor calidad y por tanto a un precio muy superior.
Pero esa opción puede salir ahora muy cara. El Ayuntamiento de Barcelona ha decidido abordar el fenómeno de la venta ambulante ilegal incidiendo no sólo en sus vendedores y las mafias que los promueven, sino también en los ciudadanos que compren sus productos. Por ello ha lanzado una campaña dirigida a fomentar el consumo responsable con una serie de medidas, como la de aumentar las sanciones a los clientes del «top manta» con multas de hasta 500 euros. Además, el Ayuntamiento colocará informadores municipales en los puntos donde se concentra esta actividad (Joan de Borbó, Paseo Colon, Avenida Drassanes y la Ronda Litoral entre la plaza Pau Villa y la del Gas) distribuyendo folletos de advertencia, por una parte y de fomento del comercio de proximidad, por otra. Los trípticos, informó el consistorio, también estarán dirigidos a los manteros, pues incluirán información útil para ellos, como los recursos municipales a los que pueden acceder.
Este programa se suma a las medidas que ha puesto en marcha el gobierno municipal para atajar la venta ambulante ilegal desde una perspectiva social y no policial. Como consecuencia, «Barcelona se ha convertido en un paraíso para los manteros», según comerciantes y vecinos de la Barceloneta. Hace un par de semanas, un centenar de sus asociaciones firmaron un manifiesto para pedir a Colau una respuesta inmediata y más contundente, ya que su actuación hasta el momento no estaba dando resultados. Ada Colau ha pretendido acabar con este fenómeno con planes de empleo dirigidos a los jóvenes, en su mayoría subsaharianos, que se ven abocados a la venta ilegal. Pero sólo un puñado de ellos han conseguido acceder al mercado laboral. También les ha permitido crear un sindicato, empadronarse en la ciudad para acceder a los servicios sociales y legalizar su situación.
Pero no ha sido suficiente. La alcaldesa, desbordada, pidió más coordinación entre los cuerpos policiales e instó al Gobierno a atajar el problema de raíz. Ahora, la idea es incidir en los ciudadanos para que dejen de consumir en el «top manta» y opten por el comercio de proximidad. Algo complicado, teniendo en cuenta que la mayoría de los que compran en el «top manta» son turistas.
La idea de la CUP para acabar con este fenómeno es otra. La formación antisistema pretende convertir a los manteros en pescadores en la Barceloneta o en cuentacuentos para alejarlos de esta actividad ilícita e incoporarlos al mercado laboral. Ayer, la concejal de la Cup en el consistorio, Maria José Lecha, explico que lo idel es aprovechar las cualidades y aptitudes de estos jóvenes para confeccionarles planes de empleo a medida.
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