Política

Educación

Dos tercios de los profesores apuestan por abordar el «procés» en las aulas

Un 29,3% lo evita por temor a las consecuencias y un 41,3% ya lo hace, según la Fundación Bofill.

Imagen de un grupo de escolares a la salida de un colegio en Barcelona
Imagen de un grupo de escolares a la salida de un colegio en Barcelonalarazon

Un 29,3% lo evita por temor a las consecuencias y un 41,3% ya lo hace, según la Fundación Bofill.

El «procés» en las aulas sigue causando controversia. Así lo demuestran los datos que ha arrojado la última encuesta de la Fundació Bofill: casi un tercio del profesorado considera que debería abordarse esta cuestión en clase aunque no lo hace por temor a las consecuencias, mientras que un 41 por ciento de los docentes debaten sobre ello sin rodeos. Así, un 70 por ciento considera que es una cuestión a tratar y sólo poco más del 11 por ciento juzgan lo contrario.

El sondeo, elaborado en base a preguntas a 2.666 profesores, tiene el objeto de escrutar a la comunidad educativa –también se ha encuestado 9.794 a padres y madres de alumnos– tras las diversas polémicas que se han suscitado en torno al «procés». La denuncia de la Fiscalía contra nueve profesores de un instituto de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) por presunto delito de odio –fueron acusados de dirigir algunas descalificaciones contra los hijos de algunos agentes de la Guardia Civil por las cargas del 1-O («los guardias civiles son unos animales» o «parecen perros rabiosas»)– o las insistentes acusaciones de «adoctrinamiento» en las aulas por parte de un importante sector de la sociedad han convertido la educación en uno de los nuevos campos batalla del «procés».

De forma desglosada, un 29,3 por ciento de los profesores asegura que le gustaría hablar de cualquier controversia política o social; un 28,7 por ciento afirma que ha aprovechado el «procés» para «trabajar el desarrollo del criterio propio de los alumnos»; y, un 12,4 por ciento ha abordado el proyecto rupturista del independentismo como ya hacía. Con estos datos en la mano, el director de la Fundación Jaume Bofill, Ismael Palacín, expresó a este diario su preocupación por que un 29,3 por ciento se «autocensuren» a raíz de la presión mediática y judicial que se ha generado en torno al «procés». «Tenemos que reflexionar y devolver la seguridad a todos estos docentes», aseveró. Aunque señaló que algún profesor «seguramente se equivocó en cómo trató» el 1-O, reclamó más confianza en la «profesionalidad» del profesorado y dejar de poner el foco sobre ellos.

En este sentido, esgrimió que a lo largo de los últimos años han habido otras cuestiones muy sensibles y no han generado tanta polémica –se remitió a los atentados del 17-A o el matrimonio o la igualdad de sexo, por ejemplo–. Tras este sondeo, Palacín se mostró abierto a elaborar un estudio sobre la preparación del profesorado para abordar debates de calado político como el «procés», aunque expresó su confianza en la calidad de los docentes porque «están formados en la universidad para ello». En cualquier caso, lo que rechazó es que este tipo de debates se aparten de la educación porque son inevitables –los propios alumnos comentan en clase determinados acontecimientos políticos, «sobre todo cuando son adolescentes, porque empiezan a posicionarse políticamente»– y son «necesarios para la propia formación».

Sobre esto último, la Fundación Bofill también apuntaló esta tesis sondeando a los padres y madres de los alumnos. Un 53,9 por ciento de los progenitores consideran que «los temas controvertidos son una oportunidad educativa para que los alumnos desarrollen su propio criterio» y un 15,6 por ciento juzgan que «los alumnos viven estos debates controvertidos y es un deber de los maestros trabajarlos educativamente». De esta manera, casi un 70 por ciento de las familias cree que el «procés» también se debería abordar en las escuelas. Un 26,7 por ciento opina lo contrario, mientras que un 3,8 por ciento evita pronunciarse.