El 1 de enero entra en vigor la prohibición a las bicicletas de circular por la acera

La moratoria sobre las bicicletas que puso en marcha el gobierno municipal de Ada Colau toca a su fin el próximo 1 de enero. Es decir, las bicicletas, salvo excepciones, ya no podrán circular por las aceras de menos de cinco metros.

La moratoria sobre las bicicletas que puso en marcha el gobierno municipal de Ada Colau toca a su fin el próximo 1 de enero. Es decir, las bicicletas, salvo excepciones, ya no podrán circular por las aceras de menos de cinco metros. El Ayuntamiento, por lo tanto pondrá en marcha una campaña informativa hoy mismo para evitar una lluvia de multas.

Así las cosas, a partir del 1 de enero quedará sin efecto la moratoria que se decretó en 2015 y que permite circular por aceras de 4,75 metros con tres metros de espacio libre. Los ciclistas deberán ir por el carril bici o la calzada y sólo podrán circular por aceras de más de cinco metros, siempre que no haya un carril bici adyacente. El fin de la moratoria, por tanto, afecta principalmente a las calles del Eixample y Sant Martí. La concejal de Movilidad, Mercedes Vidal, explicó que con los nuevos carriles bici (ya se superan los 200 km de red), las calles de zona 30 y los de plataforma única, Barcelona ya dispone de unos mil kilómetros de itinerarios seguros para bicicletas. La campaña informativa se complementará a partir del 10 de diciembre con una veintena de informadores.

Las sanciones para los ciclistas que incumplan las normas oscilan entre los 100 y los 500 euros, en función de la gravedad de los hechos. Según la Ordenanza de circulación de peatones y vehículos, las bicicletas sólo podrán ir por la acera en estos casos en aceras de más de cinco metros de ancho, con tres metros de espacio libre; carriles bici situados en la acera, circulando a un máximo de 10 km/h; de noche (22 a 7h) por aceras de más de 4,75 metros, con tres metros de espacio libre; y los ciclistas menores de 12 años, acompañados de adultos

La concejal de Movilidad aseguró que la Guardia Urbana vigilará que los ciclistas cumplan la normativa, pero también estarám alerta del comportamiento de los conductores de vehículos de motor. Vidal dijo que la ordenanza fija una separación de 1,5 metros entre coches y bicis en caso de adelantamiento. También prohíbe «conductas de acoso» al ciclista, como tocar el claxon.

En otro orden de cosas, Vidal detalló que Barcelona ha impuesto este año 2.800 sanciones a vehículos de movilidad personal, que incluyen aparatos como patinetes eléctricos y «segways», de los que 1.500 han sido vehículos de uso personal y 1.300 de uso comercial -como el alquiler turístico-. Por ello, ponderó la normativa al respecto de Barcelona