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El Ayuntamiento rechaza las condiciones de ERC a la nueva moratoria hotelera
Los republicanos supeditan su apoyo a que el Ayuntamiento organice una consulta para que los vecinos «decidan si creen que la ciudad tiene que parar» los hoteles.
Los republicanos supeditan su apoyo a que el Ayuntamiento organice una consulta para que los vecinos «decidan si creen que la ciudad tiene que parar» los hoteles.
La alcaldesa, Ada Colau, se mostró ayer optimista de cara a un acuerdo que permita aprobar definitivamente el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (Peuat). Es decir, la continuación de la moratoria. La alcaldesa aseguró que todo es «cuestión de matices» y que si hay acuerdo en que hay que poner orden, «doy por supuesto que todo el mundo pondrá voluntad». Sin embargo, ayer hubo un nuevo encontronazo con ERC.
Los republicanos supeditan su apoyo a que el Ayuntamiento organice una consulta para que los vecinos «decidan si creen que la ciudad tiene que ir a parar» los hoteles de Rec Comtal y de las Drassanes y el albergue de la Villa Olímpica, pese a que el Peuat tendría que entrar en vigor en marzo. Este extremo fue descartado por la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, que tildó de «inejecutable» la consulta que ERC. A su juicio, la propuesta «plantea muchísimas dudas jurídicos y es arbitraria», y recordó que «no todo es expropiable». Sanz añadió que el dinero de las indemnizaciones –que superarían los 100 millones de euros– «irían a parar directamente al bolsillo de los promotores». Otro condicionante de ERC, mucho más asumible, es que se incluyan en la zona de decrecimiento hotelero otros barrios que según la primera propuesta del gobierno quedan fuera: San Antonio, Poblenou, la Villa Olímpica y Hostafrancs.
Por todo ello, Colau subrayó que tras las críticas que generó la moratoria hotelera que el gobierno decretó el verano de 2015, «ahora todo el mundo está de acuerdo en que había que hacer este plan».
El gobierno municipal aprobó de forma inicial el PEUAT en marzo de 2016, que limitaba a 11.705 las plazas hoteleras y las permitía sólo a los barrios menos saturados. La avalancha de alegaciones llevó al Ejecutivo a retrasar la aprobación definitiva en otoño, pero fue imposible, por lo que la fecha fijada ahora podría ser el pleno de finales de enero. El tiempo va en contra del ejecutivo para que en marzo vence la suspensión de licencias hoteleras decretada en Gràcia y en verano la moratoria general.
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