El busto robado de Narcís Oller

Desaparece el retrato del escritor en la plaza que lleva su nombre en el barcelonés barrio de Gràcia

El pasado martes, el periodista Pere Vall preguntaba en redes sociales sobre el paradero de un busto, un retrato de Narcís Oller, que había desaparecido de la plaza que tiene el nombre de este escritor. Ese día, este diario se puso en contacto con el Ayuntamiento de Barcelona para saber si tenía noticia alguna de la desaparición, no logrando obtener respuesta. Igualmente, a instancias de este mismo medio, se preguntaba a la Guardia Urbana que nos remitían a los Mossos d'Esquadra y a los Mossos d'Esquadra que nos remitían a la Guardia Urbana.

No fue hasta ayer que el consistorio confirmó que la escultura ha sido robada, negando que hubieran sido ellos quienes hubieran pedido su retirada. El hurto debió producirse hace tres o cuatro días, aunque no hay una total constancia de cuándo pudo tener lugar el suceso. Fue precisamente ayer cuando el Ayuntamiento de Barcelona presentó una denuncia por la desaparición de la escultura. una obra original del artista modernista Eusebi Arnau.

La pieza desaparecida es importante. Para el galerista Gabriel Pinós, en declaraciones a este diario, estamos hablando de una obra que «tiene un valor histórico importante» y que está firmada por «uno de los referentes de la escultura modernista, junto con Llimona y Clarà». Pinós apunta que este trabajo de Eusebi Arnau podría tener un precio en el mercado entre 8.000 y 10.000 euros.

El busto que plasma la efigie del autor de «Pilar Prim» o «La febre d'or» fue realizado en 1932, dos años después de su muerte. Arnau ya había retratado anteriormente al escritor, pero en esta ocasión cumplía un encargo de Francesc Matheu, con un presupuesto de 2.000 pesetas. La obra fue instalada en Via Augusta con la avenida de la Diagonal. El incremento del tráfico en esta zona de Barcelona hizo incómoda la situación del busto de Narcís Oller que finalmente acabó mudándose a una plaza con el nombre del autor de «L'Escanyapobres» en 1942.

Hay muchos interrogantes sobre cómo puede haberse producido el robo. Hablamos de una escultura de bronce en un espacio público, una concurrida plaza que está rodeado de bares y restaurantes. Nadie ha visto nada, por lo que los ladrones –porque parece evidente que ha sido más de una persona– debieron actuar de noche aprovechando que en estos días no hay mucha gente en la ciudad en el mes de agosto.

Lo que sí parece difícil es que se trate de un robo para poder vender la escultura al tratarse de una obra conocida. Fuentes consultadas por este diario sostenían ayer que muy probablemente podría ser esta la última vez que viéramos el busto de Narcís Oller porque podría ser que hubiera acabado fundida. Habrá que esperar a los próximos días para conocer detalles.

Pero si echamos de menos este retrato de Narcís Oller podemos conformarnos con otro ejemplar que se conserva en las colecciones del Ateneu Barcelonès. En 1933 falleció Eusebi Arnau y su viuda y su hijo donaron al Ateneu, en aquel tiempo dirigido por Joan Oller, hijo del escritor. El escultor Josep Dunyach fue el encargado de retocar los pequeños desperfectos sufridos por el busto, además de encargarse de su instalación en el salón de sesiones del histórico edificio de la calle Canuda. Finalmente el 28 de marzo de 1935 se presentó la escultura en un acto con los hijos de Oller y el de Arnau.

Lo que está claro por ahora es que Barcelona ha perdido una pieza de su memoria artística y literaria, un hurto que merece ser aclarado.

Eusebi Arnau, un referente modernista

Barcelona cuenta con un buen número de obras del escultir Eusebi Arnau en su espacio urbano. A él se le deben algunos trabajos tan celebrados como las decoraciones de edificios como la Casa Ametller, el Hospital de Sant Pau o el Palau de la Música Catalana, además de los retratos de Joan Maragall y Marian Aguiló que hoy pueden verse en el Parque de la Ciutadella. La producción de Arnau también está presente en algunos museos importantes como el Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac), el Museu del Modernisme de Barcelona o el Museo del Prado. Arnau fue también el encargado de realizar algunas medallas conmemorativas por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, siendo uno de los maestros en este terreno.