El Govern acusa al PP de «imperialista» y de buscar la «liquidación» de Cataluña

El simposio «España contra Cataluña, una mirada histórica (1714-2014)», que ha organizado el departamento de Presidencia de la Generalitat y que comienza hoy en el Institut d'Estudis Catalans, ha conseguido incendiar el clima político. El conseller de la Presidencia, Francesc Homs, compareció ayer ante la comisión de asuntos institucionales para informar de los actos del Tricentenario, pero acabó enzarzado con el PP a cuenta del citado simposio y acabó acusando a los populares de querer «liquidar a Cataluña».

La refriega que protagonizó Homs se inició después de que el diputado del PP Juan Milián considerara que el Govern «practica el discurso del odio contra la oposición democrática». «Para el Govern, el pluralismo es lo que va de un independentista a un separatista», censuró. Homs, visiblemente irritado, acusó a los populares de «imperialistas».

El cruce de acusaciones sólo logró recrudecer la polémica generada por el simposio, el cual el PP ha tratado de suspender llevándolo a la Fiscalía. A la vista de que este extremo no se producirá, los populares optarán por contrarrestarlo mediante un «foro de la verdad» que pretenden organizar el próximo mes junto al PSC y a Ciutadans.

«Apelamos a que, mientras el Gobierno de la Generalitat impulsa el foro del odio y de la división, el PP quiere ofrecer un simposio de la verdad y el rigor, un foro que cuente lo positivo de Cataluña con el resto de España y demuestre los verdaderos valores democráticos frente a los que están pagando con impuestos de los catalanes foros para generar odio», afirmó la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, desde el Senado.

De hecho, Sánchez-Camacho, en su condición de senadora, defenderá una moción en la Cámara alta para rechazar las jornadas «España contra Cataluña». «Entendemos que ese simposio carece de rigor histórico, está basado en falsedades, y no se puede permitir que se ofenda la imagen de España y de los españoles basándose en metiras, falsedades y falta de rigor histórico, jurídico, político y económico», añadió la dirigente popular.

Lo cierto es que el simposio no ha hallado el aval de nadie que no sea Convergència y Esquerra, sobre todo por el título de las jornadas. Incluso el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran, optó por distanciarse. «No soy historiador, no entro en ello», dijo.

«Profunda tristeza»

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, por su parte, confesó que se siente una «profunda tristeza» porque algún ciudadano catalán «pueda creerse las mentiras» del simposio. En declaraciones en los pasillos del Congreso, el ministro advirtió de la «enorme responsabilidad» que asume quien recurre a «manipular los sentimientos y tergiversarlos» con una finalidad política, quien busca «el enfrentamiento entre españoles».