Mossos d'Esquadra
El Govern deja insatisfechos a los Mossos
El Cuerpo arranca varios compromisos pero advierte de que volverán a salir a la calle si no se devuelven derechos
El Cuerpo arranca varios compromisos pero advierte de que volverán a salir a la calle si no se devuelven derechos.
Los Mossos d'Esquadra dieron ayer el pistoletazo a su ronda de reivindicaciones para este otoño. Unos 2.000 agentes –el Cuerpo está compuesto por 16.500– vestidos de negro –para evitar cualquier signo político– se concentraron desde las 8.00 horas a las puertas de la Conselleria del Interior para protestar contra los impagos y los recortes salariales de los últimos años, además de la ausencia de recursos para garantizar la seguridad pública. Mientras los policías permanecían concentrados, en las dependencias de la Conselleria se encontraba reunido el Consell de Policía, órgano que agrupa a los dirigentes de Interior, de la policía catalana y a los sindicatos, para negociar las exigencias de los mossos.
El encuentro se saldó con un par de compromisos en firme. Los mossos percibirán en la nómina de septiembre el pago de la jornada electoral del 21 de diciembre y en la nómina de noviembre percibirán la paga por el Dispositivo Àgora –que dio cobertura al 1-O–. Más allá de estos dos acuerdos, el conseller de Interior, Miquel Buch, se comprometió a solicitar una partida presupuestaria para equiparar salarialmente a los Mossos d'Esquadra con el Cuerpo de Bomberos, una reivindicación incompleta de hace 10 años –su implementación se diseñó en tres tramos, los dos primeros se pagaron, pero el tercero no, lo que representa unos 300 euros anuales–, y activó una mesa de negociación que se reunirá por primera vez el próximo 28 de septiembre.
Hasta entonces, los Mossos d'Esquadra no tienen previsto impulsar nuevas movilizaciones y darán un voto de confianza a Interior para que se avenga a devolver derechos al Cuerpo. Si no, regresarán a la calle. En este sentido, siguen todavía vigentes las demandas para que se retribuyan las pagas extra de 2013 y 2014 –equivalen a unos 4.900 euros por agente, según algunos cálculos–; los «vales comedor», que han sido recortados en los últimos años –en 2008 se pagaban 19 euros brutos por jornadas de más de 12 horas, ahora solo se pagan 8 euros brutos por jornadas de 12 horas en fin de semana–; o, el coboro de las horas extra, que están por debajo de la Guardia Urbana.
Por ahora, entre los principales sindicatos cunde la insatisfacción y el poco optimismo con los antecedentes que hay. «Queremos hechos y no palabras», resumieron diversos representantes sindicales, tras una larga década de incumplimientos y recortes. La mayoría coinciden en que la inestabilidad política y los cambios de gobiernos han contribuido profundamente a atascar cualquier acuerdo para mejorar sus condiciones laborales o ampliar la plantilla de Mossos d'Esquadra, muy mermada en los últimos años tras la falta de nuevas incorporaciones. Buch, en cambio, salió del Consell de Policía «satisfecho».
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