Política

El desafío independentista

El Pdecat marca distancias con Puigdemont y la vía unilateral

«Dos partidos con la misma ideología no tienen sentido», avisa Bonvehí sobre la Crida del ex president.

El presidente del Pdecat, David Bonvehí, junto a Carles Campuzano en una comparecencia reciente.
El presidente del Pdecat, David Bonvehí, junto a Carles Campuzano en una comparecencia reciente.larazon

«Dos partidos con la misma ideología no tienen sentido», avisa Bonvehí sobre la Crida del ex president.

El Pdecat, partido heredero de la extinta Convergència, intenta marcar perfil propio y reivindicar su fuerza territorial ante el avance de Carles Puigdemont y su Crida Nacional per la República, espacio político que verá la luz este mismo sábado en Manresa. La intención del ex president de la Generalitat es absorber el Pdecat tras la negativa de Esquerra y la CUP de integrarse en su espacio, algo a lo que se resiste el presidente del grupo neoconvergente, David Bonvehí. «Si la Crida es lo mismo que el Pdecat, ya está el Pdecat. No tiene sentido que haya dos partidos defendiendo lo mismo», aseguró ayer en rueda de prensa antes de resumir entre risas: «Si la Crida es el Pdecat, habrá ganado el Pdecat».

El «quid» de la cuestión es saber si la Crida se acabará constituyendo como una plataforma para sumar al Pdecat y a dirigentes y cargos independientes –«un paraguas», en palabras del propio Bonvehí– o bien si cristalizará en una formación política al uso. «Dos partidos con la misma ideología no tienen sentido, eso fragmentaría el espacio ideológico», trató de sentenciar Bonvehí, muy reticente a integrarse en el espacio de Puigdemont si finalmente opta por esta segunda vía. En cambio, si el camino es el primero, el Pdecat se plantea estudiar vías de confluencia entre ambas formaciones.

En esta línea, el presidente neoconvergente se mostró «abierto a cualquier solución para que quedara una sola opción política, aunque siempre reivindicando el legado del Pdecat frente a la Crida. En este sentido, Bonvehí aclaró que no contempla la desaparición del Pdecat, que en «ningún caso tiene fecha de caducidad», y remarcó que el partido se va a presentar en mayo a unas elecciones municipales, aunque con el «espíritu» de Junts per Catalunya, la que será su marca electoral genérica.

Este distanciamiento contrasta con la posición que el Pdecat adoptó tras el convulso congreso de verano en el que Marta Pascal quedó apartada de la dirección en beneficio del sector afín al ex president Puigdemont. Entonces, su entorno apostó sin tapujos por la confluencia con la Crida Nacional per la República, una postura que ahora Bonvehí pone en duda. A partir del sábado, y después de ver en qué queda el nuevo espacio político de Puigdemont, el Pdecat deberá convocar la comisión delegada creada para analizar el encaje con la Crida, órgano en el que están los presos Jordi Turull, Josep Rull y Joaquim Forn, el exconseller en Bélgica Lluís Puig, el propio Bonvehí y la vicepresidenta de la formación, Míriam Nogueras.

El presidente del Pdecat también marcó distancias con Puigdemont ayer al aparcar la vía unilateral y la desobediencia en favor del diálogo. «Desobedecer por desobedecer, sin tener estructuras de Estado, no es el camino», advirtió el dirigente después de la reunión del comité nacional del partido. No obstante, Bonvehí matizó al asegurar que el camino tampoco es «dejarlo estar todo, hacer tripartitos y seguir en la situación autonómica», en clara referencia a Esquerra.