Barcelona

El PDeCat se salta sus propios estatutos

EL president de la Generalitat durante el encuentro de PDeCat
EL president de la Generalitat durante el encuentro de PDeCatlarazon

El Consejo Nacional del PDeCAT decidió ayerque Elsa Artadi, Albert Batet, Lluís Guinó y Montserrat Candini sigan en la dirección del partido, pese a que según el régimen de incompatibilidades de la formación deberían haber dejado la ejecutiva por ser incompatible con otros cargos que ostentan.

El Consejo Nacional del PDeCAT decidió ayerque Elsa Artadi, Albert Batet, Lluís Guinó y Montserrat Candini sigan en la dirección del partido, pese a que según el régimen de incompatibilidades de la formación deberían haber dejado la ejecutiva por ser incompatible con otros cargos que ostentan.

La coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, sometió esta posibilidad a «votación política» durante el encuentro celebrado ayer en Barcelona, después de que se lo hayan pedido varios miembros del Consejo.

Para que la decisión sea válida desde el punto de vista legal, la misma será remitida al Comité de Ética del partido para que emita un informe al respecto, que se votará en el próximo Consejo Nacional.Los otros cargos de los afectados son diputados autonómicos en el caso de los alcaldes de Calella (Barcelona), Besalú (Girona) y Valls (Tarragona), Montserrat Candini, Lluís Guinó y Albert Batet, respectivamente, y cargo público en el caso de la directora de cooperación interdepartamental de la Generalitat, Elsa Artadi. Sectores del PDeCAT que exigían cumplir a rajatabla el régimen de incompatibilidades recogido en los estatutos acogieron con sorpresa y malestar la maniobra para mantener a los cuatro de los doce miembros de la dirección ejecutiva afectados.

El pasado lunes, Pascal anunció que los cuatro dejarían sus cargos este sábado, pero en los últimos días se habían producido reuniones al más alto nivel en el partido para evitar que las dimisiones se hicieran efectivas. Fuentes del partido recordaronque para poder seguir los cuatro afectados debían pedir un informe previo al órgano interno que vela por la calidad democrática.