El verano más violento de Salou

BARCELONA- La turística localidad tarraconense de Salou está sufriendo el verano más problemático y violento de los últimos años. Al siempre polémico Saloufest –docenas de estudiantes británicos que invaden cada año el municipio con la casi única intención de beber alcohol– se han añadido más peleas, agresiones y tráfico de drogas. La detención de 17 jóvenes magrebíes por participar en dos reyertas y una paliza a un vigilante de seguridad han disparado las alarmas entre los vecinos.

El epicentro de la polémica de este verano en Salou es un edificio llamado La Sirena. En uno de los pisos se trafica con drogas y los vecinos están hartos y aseguran que «tenemos miedo». El problema se arrastra desde hace años, pero la novedad ha sido la contratación de dos vigilantes de seguridad para controlar quien entra en el bloque. Uno de ellos sufrió recientemente una brutal paliza a manos del portero de una cercana discoteca, que según testigos presenciales le dijo «te destrozaré». El agredido acabó con varios dientes y costillas rotos y la espalda dislocada.

Peleas masivas

El siguiente episodio fue la detención de 17 jóvenes magrebíes que se hacen llamar «Pied noirs» (Pies negros), procedentes de las «banlieue» de París –barrios muy marginales habitados exclusivamente por inmigrantes– por participar en dos peleas multitudinarias entre ellos mismos. La primera reyerta ocurrió en un céntrico hotel.

Los Mossos d'Esquadra tuvieron que intervenir. Seis personas fueron detenidas. Al día siguiente, hubo otra pelea, en el párquing de la discoteca Pachá. Tuvieron que intervenir los antidisturbios y el balance de la batalla campal fue de diez heridos y once arrestados.

El importante incremento de actos violentos y vandálicos ha obligado a los Mossos a aumentar su presencia y vigilancia en una población que empieza a estar muy harta de incidentes y juergas alcohólicas. La Policía Local también se ha reforzado. Por si fuera poco, también se ha detectado que en según que zonas del municipio hay más prostitutas que nunca.

Desde el Ayuntamiento, en manos de CiU y PP, se califican estos hechos de «aislados», pero se admite que el problema existe y, sobre todo, se teme que la suma de todos estos incidentes afecte la imagen que se pretende para el municipio, que no es otra que el turismo familiar.