Ministerio de Sanidad

Entra en vigor el veto a los cigarrillos electrónicos en los edificios sanitarios

La Razón
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La Generalitat, a través del Servei Català de la Salut (CatSalut) ya ha prohibido el uso, la promoción y la venta de cigarrillos electrónicos en la red de los centros, servicios y establecimientos sanitarios del sistema sanitario integral de utilización pública de Catalunya (Siscat), después de que ayer entrara en vigor la instrucción correspondiente.

La medida llega porque desde la conselleria de Salud se considera que la proliferación de estos aparatos puede comprometer el avance logrado en los últimos años en la «desnormalización del tabaco en la sociedad», y por la falta de seguridad en su consumo. «Ningún estudio ha demostrado la seguridad de su uso ni para las personas que los consumen ni para otras personas de su entorno», alega el CatSalut, que agregó en un comunicado que no existe ninguna evidencia probada científicamente que certifique que el cigarrillo electrónico es útil para dejar de fumar.

Problema de salud pública

El consumo de tabaco constituye uno de los principales problemas de salud pública y es un factor responsable de cerca de 9.000 muertes cada año en Cataluña, además de que estudios científicos han demostrado que los cigarrillos electrónicos contienen sustancias idénticas al tabaco como la nicotina y otros elementos tóxicos.

Desde diferentes entes de referencia del ámbito de la Salud han aconsejado que se prohíban en centros sanitarios y han recomendado a los usuarios que no se utilicen hasta que no haya datos que demuestren que se trata de un producto seguro y un organismo competente lo certifique.

El CatSalut dictó esta instrucción en base a la Agencia de Salud Pública de Cataluña que en noviembre propuso medidas para que los cigarrillos electrónicos tengan las mismas restricciones que el tabaco en el acceso a los menores, en la publicidad y los patrocinios, y en los espacios públicos cerrados.

La instrucción también sigue el principio de precaución de la ley deSalud Pública y los principios de promoción de la salud y prevención de la enfermedad que recoge la Ley de ordenación sanitaria de Cataluña.

Básicamente, el consumo del cigarrillo electrónico se divide en tres grandes grupos. Fumadores convencionales que los combinan con el tabaco, personas que quieren dejar de fumar y nuevos consumidores.