Moda

«Hay tantos estilos de vestido de novia como personas»

Yvonne ruiz, diseñadora de Ramón Bundó, acaba de presentar su nueva colección en la Barcelona Bridal Week, la pasarela más importante a nivel mundial del sector del diseño nupcial.

Yvonne ruiz, diseñadora de Ramón Bundó
Yvonne ruiz, diseñadora de Ramón Bundólarazon

Yvonne ruiz, diseñadora de Ramón Bundó, acaba de presentar su nueva colección en la Barcelona Bridal Week, la pasarela más importante a nivel mundial del sector del diseño nupcial.

- ¿En el mundo de los vestidos de novia, ya no existen protocolos a seguir? ¿O bien aún perduran unas normas básicas?

–Todavía perduran, menos, pero todavía perduran. Al final es un mundo lleno de tradiciones y protocolos. Yo abogo porque a veces desaparezcan esas normas, ya que en ocasiones las novias se quedan colgadas de cosas que no son necesarias; no hace falta limitarse en su gusto, en sus predilecciones a la hora de escoger. Por cumplir una tradición o un protocolo, a veces se autolimitan.

–¿Hasta qué punto influyen las tendencias de la moda en los vestidos de novia?

–Yo diría que bastante. Muchas veces la gente me pregunta cómo puedo innovar cada año nuevas colecciones e ideas en un mundo tan marfil y que parece que todo ha de ser muy igual como el de los vestidos de novia, y yo siempre digo que es gracias a la moda, fuente de inspiración y canal para poder innovar. Gracias a la moda, todo lo que son las siluetas, el patronaje... se va adaptando al diseño nupcial. La evolución es más lenta y menos perceptible en el mundo de los vestidos de novia que en la moda, pero sí que se va inspirando en la moda para avanzar y eso ayuda mucho a los diseñadores.

–¿Existe una moda propia de los vestidos de novia?

–Sí, porque por ejemplo las transparencias son algo muy típico en los vestidos de novia, o los escotes en la espalda, los corseletes, la talla imperio...Hay ciertas cosas que, dentro de los que es el vestido de novia, durante una época se ponen de moda.

–¿Hay un vestido para cada novia?

–Sí, absolutamente. En Raimon Bundó siempre decimos que lo más bonito y maravilloso del traje de novia es que saque la personalidad. El traje de novia ha de destacar y ensalazar los rasgos de la persona.

–¿Qué debe primar, la comodidad de la novia o la estética?

–Para mí la comodidad, porque la comodidad, entendida como naturalidad, es elegancia. Al final, lo importante es que sientas la naturalidad, que no te veas como si estuvieras encorsetada. Siempre pido a las novias que sean muy naturales a la hora de elegir vestido.

–¿Normalmente, una novia se deja aconsejar o ya viene con sus ideas preestablecidas?

–Ahora viene mucho con sus ideas, pero antes, hace unos diez años, se dejaba aconsejar. Lo que pasa es que ahora vienen mucho con sus ideas pero también les encanta que les aconsejes. Les gusta mucho que diseñes encima suyo. Las chicas de hoy en día están mucho más documentadas y tienen más informació, por eso llegan con muchas ideas. Aunque también es verdad que de lo que puedan traer o pensar a lo que al final se acaban haciendo, en la mayoría de los casos no tiene nada que ver. A la que te empiezas a probar, empiezas a conocerte vestida de novia y cambia bastante. Me hace mucha gracia porque desde hace años,todas las novias llegan pidiendo un «traje sencillo», pero cada una entiende la sencillez a su manera.

–¿Cómo ha cambiado la moda en el sector de los vestidos de novia?

–Los vestidos de novia están cada vez más inspirados en la moda y antes un vestido de novia era un traje especificamente para casarse. Ahora un traje de novia podría usarse también para una fiesta. En definitiva, los trajes de novia han evolucionado en el sentido de que ahora son mucho más ponibles. Antes, por ejemplo, una novia no se escotaba para entrar en una iglesia, los trajes no eran tan ligeros sino mucho más armados, con géneros más duros o tiesos...

–Así pues, ¿se puede entender que la novia ha dejado de ser una novia como tal? ¿Ya no tiene por qué ser una princesa de cuento?

–Hay muchos estilos de vestidos de novia hoy en día; de hecho, hay tantos como estilos de personas. Además, actualmente la gente relaciona mucho el tipo de vestido con el lugar en el que se casa, algo que es muy correcto. Siempre digo que en un vestido de novia ahora vale todo, mientras que antes todo era más sota, caballo, rey. Hay muchas más opciones, se ha ampliado el abanico de posibilidades. El mundo del vestido de novia se ha abierto un montón para dejar de ser una cosa más cerrada y aburrida.

–¿Qué define y distingue a los vestidos de Raimon Bundó?

–Raimon Bundó es elegancia absoluta. Siempre se ha luchado por hacer las cosas de una manera artesanal, con elegancia y calidad. Se ha podido fabricar fuera y nunca se ha querido porque eso supondría rebajar la calidad y no poder controlar el producto de la misma manera. El vestido de Raimon Bundó es un tipo de traje que tiene un sello muy característico, que se define por el patronaje, el tejido y elegancia.

-Si cada novia tiene su propio estilo, ¿cuál es la clave del éxito? ¿Cómo se puede gustar o satisfacer a todas ellas?

–Al final te ganas una fama de que lo haces muy bien. Y yo no soy una persona clásica, pero como les digo a las novis, yo puedo hacer el traje que ellas quieran: desde un traje clásico con talla cintura y falda de chantilly hasta un vestido tiradísimo y muy chulo para casase en Formenetera. Ahí es donde veo que la casa unifica, ya que yo puedo hacer un traje de lo más hippy y desenfadado, vistiendo a la persona con clase y categoría, haciéndole un buen vestido. Y nunca hay que perder de vista la naturalidad de la persona, no hay que inventarse demasiadas cosas, es necesario respetar mucho a la novia y extraer cosas de la persona

-La marca cuenta con 200 puntos de venta en 20 países. ¿Cómo es posible si en cada país los gustos son diferentes?

–Por eso tenemos colecciones tan extensas. De entrada estamos trabajando tres líneas diferentes para satisfacer los gustos de cualquier novia, porque no tiene nada que ver vestir a una japonesa que a una española,

-¿La moda nupcial española es referente?

Sí, es la número uno a nivel mundial y la Bridal Week es la pasarela más importante