Pedro Sánchez

José Enrique Ruiz–Domènec: «Cataluña nunca ha seguido a Barcelona porque siempre ha ido mucho más avanzada»

La entrevista-José Enrique Ruiz–Domènec_catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona

«Dando más autogobierno a Cataluña se puede caer en un proceso de confederación. Si Sánchez cede más, deberá explicarlo porque afecta al conjunto» Shooting
«Dando más autogobierno a Cataluña se puede caer en un proceso de confederación. Si Sánchez cede más, deberá explicarlo porque afecta al conjunto»// Shootinglarazon

José Enrique Ruiz-Domènec (Granada, 1948), catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona, conversa con LA RAZÓN tras publicar su último libro, «Informe sobre Cataluña, una historia de rebeldía (777-2017)» (Taurus).

José Enrique Ruiz-Domènec (Granada, 1948), catedrático de Historia Medieval en la Universidad Autónoma de Barcelona, conversa con LA RAZÓN tras publicar su último libro, «Informe sobre Cataluña, una historia de rebeldía (777-2017)» (Taurus).

Usted afirma que determinadas exigencias catalanas tienen largo recorrido.

Para entender bien el problema catalán no se puede limitar a cuestiones de corta duración. Ni a los desajustes del gobierno de Aznar ni a la sentencia del Tribunal Constitucional contra el Estatut. No explica la realidad de la tensión porque viene de muy lejos, de ese espíritu de rebeldía, de un orgullo por reivindicar la diferencia y es evidente que un catalán no es un gaditano.

¿Y cuál es su balance sobre esa rebeldía que usted remonta al 777?

Considero el termino rebelde de forma positiva. En muchas ocasiones ese espíritu de rebeldía ha generado grandes cambios en positivo: ha creado tejido mercantil poderoso; ha creado instituciones de pactismo muy sólidas; ha creado estilos artísticos admirables; y ha creado una ciudad avanzada, como Barcelona. Pero como toda realidad histórica tiene una cruz y la rebeldía es una tensión emotiva en el ser humano que puede ser mal dirigida y ha dado momentos dañinos. Por ejemplo, nos regente quien nos regente, siempre lo han considerado ilegitimo.

Con este pasado, ¿el conflicto con Cataluña es resoluble o solo «conllevable»?

La idea de la conllevancia de Ortega no la comparto. Es una buena idea para los años 30 cuando Cataluña se las tenía que ver con el resto del país, que estaba un poco más atrasado con la excepción de Madrid. Ahora no estamos ahí. La Constitucion del 78 lo cambia todo: se estrena un nuevo modelo que ha desarrollado y equilibrado el país. Ya no hay dos grandes ciudades y el resto del país está atrasado. Cada autonomía ha mejorado sus redes carreteras, su urbanismo, su economía.

Entonces, ¿qué solución plantea?

Cataluña tiene solución siempre y cuando se establezca una revisión de la estructura de su Historia y no hay que tener miedo, porque tiene su historia buenas, es riquísima. La Historia de Cataluña está creada sobre marcos de estructura creados durante el modernismo, en el siglo XIX. Hay que cambiar la estructura porque hay graves lagunas que han creado un ambiente de tensión innecesaria. Se ha falsificado la Historia, se ha intentado demoler.

En este sentido, usted alude también al adoctrinamiento.

El adoctrinamiento es un efecto de una causa mucho más profunda. El adoctrinamiento en el fondo es una cuestión moral porque radica en profesores que anteponen los intereses ideológicos a la moral de la enseñanza. Muchos profesores de secundaria lo que se encuentran es huérfanos de qué enseñar, porque les dan fichas hechas y no pueden ir más allá de esas fichas. Por tanto, no es una cuestión de adoctrinamiento sino que lo que han situado en esas fichas es mala Historia.

Pero no es suficiente la educación para explicar el auge del independentismo en los últimos años.

No. Por ejemplo, lo primero es la ausencia del Estado en Cataluña. Nunca ha habido ni un discurso ni un contradiscurso. También ha sucedido un desbarajuste competencial en los últimos años, que ha consistido en dar competencias a Cataluña y no a otras autonomías. El Estado tiene que ceder pero con un control porque la desobediencia genera un precedente gravísimo.

¿Le parece oportuno, entonces, que Pedro Sánchez ofrezca más autogobierno?

De esta manera, ¿qué control va a tener? Se corre el riesgo de caer en un proceso de confederación. Pasar del estado de autonomías a un estado confederación o un estado asociado, me parecerá muy bien pero hay que decirlo porque afecta al conjunto de los españoles.

También aborda el papel de Barcelona en Cataluña.

La dialéctica Barcelona-Cataluña comienza en el 777. Barcelona es una realidad tangible, muy poderosa en el devenir del territorio que la circunda en cualquier época. En la Edad Media, por ejemplo, hay una inclinación a crear una república barcelonesa. La polémica que surgirá en las próximas elecciones es que Barcelona es más que una ciudad. Es demasiado grande, demasiada musculatura económica, social y cultural y diversa y cosmopolita para un pequeño país.

Si tenemos en cuenta los pequeños países con los que Cataluña se quiere comparar, todos tienen capitales de 400.000 habitantes y sin una musculatura industrial y económica como Barcelona. Y esto es un hecho desde el siglo IX y cuando Barcelona se destapa en el siglo XII, Cataluña no la sigue, porque Barcelona va demasiado deprisa. Yo creo que próximas elecciones se verán dos posiciones de entender el papel de la ciudad de Barcelona y eso definirá luego si Barcelona tiene que ser una entidad propia.