Arte

El Museu Picasso estrena invitados de lujo en sus salas

El centro barcelonés dedicado al malagueño presenta obras procedentes del Prado y de la colección del Banc Sabadell

Paloma Picasso ante el retrato de su hermano Claude
Paloma Picasso ante el retrato de su hermano ClaudeMuseu Picasso

El que fuera último director del Museo del Prado nombrado por el gobierno republicano antes del estallido de la Guerra Civil es muy probable que se pondría contento si supiera que en el centro barcelonés que lleva su nombre, es decir, en el Museu Picasso, se acoge estos días tres obras maestras de la gran pinacoteca madrileña.

Desde esta semana, el museo picassiano cuenta con la presencia de unos invitados de lujo procedentes del Prado, fruto de un intercambio entre estas dos instituciones. Procedentes de Madrid llegan a la capital catalana «El niño de Vallecas» de Velázquez, «Retrato de un caballero» de El Greco y «La sierra de las Agujas, tomada desde la loma del Cavall-Bernat» de Antonio Muñoz Degrain. Todas ellas tienen importancia en la vida y la obra de Picasso.

Velázquez fue uno de los grandes referentes del autor de «Las señoritas de Aviñón» hasta el final, como lo demuestra su relectura de «Las Meninas». Antes, mucho antes, un jovencísimo Picasso se paseó por las salas del Prado y pudo contemplar a la par que estudiar a quien consideró como uno de sus grandes referentes, hasta el punto de intentar copiarlo en esos paseos. En alguno de ellos, copió en uno de sus cuadernos a uno de los enanos que tenía Felipe IV en su corte como bufones, Era el llamado niño de Vallecas, Ahora el dibujo picassiano ha viajado al Prado desde Barcelona mientras que el original velazqueño se ha trasladado a la capital catalana.

Otro de los nombres admirados por Picasso fue El Greco, una influencia que ya aparece en algunas de las pinceladas verticales en las pinturas del artista en la Barcelona de 1899. A ello se le sumó la posibilidad de estudiar con detenimiento algunos de los originales que del pintor de origen griego tenía Santiago Rusiñol en su colección particular del Cau Ferrat de Sitges. Posteriormente, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Picasso volvió a adentrarse en el mundo pictórico de El Greco. Del Museo del Prado llega «Retrato de un caballero» que Picasso reinterpreta en una obra gráfica de 1962 titulada «Retrato de hombre con gorguera. Variación inspirada en El Greco».

La última composición de la pinacoteca madrileña es un paisaje firmado por Antonio Muñoz Degrain quien profesor de paisaje del joven Pablo Ruiz Picasso quien se había declarado discípulo suyo al presentar la gran tela «Ciencia y Caridad» (1897) en la Exposición General de Bellas Artes, celebrada en Madrid ese mismo año. Muy poco después, tomaría otro camino crítico hacia esa manera de entender la pintura.

Por otra parte, esta semana el Museu Picasso recibió otra visitante de lujo, Paloma Picasso, hija del artista y actualmente la responsable máxima de la Sucesión Picasso, la institución que se encarga de la gestión de la obra del gran maestro del siglo XX. Allí pudo ver otra de las piezas que acaban de aterrizar en el museo, en este caso un préstamo de la colección de arte del Banc Sabadell. Es una composición del 14 de diciembre de 1948 en la que Picasso retrató a su hijo Claude, el hermano de Paloma. En ese momento, Claude tenía algo más de un año de edad y, a la manera de una instantánea del álbum familiar, su padre Pablo no dudó en convertirlo en un modelo más en su abundante producción plástica, algo que ya había hecho en el pasado con sus otros hijos Paul y Maya y que haría poco después con Paloma, quien nacería en 1949.

La presencia de esta última sirvió para presentar públicamente los cuadros del Museo del Prado y del Banc Sabadell en el Museu Picasso. Sin embargo, no deja de ser una pena que lo que fue un acto público en realidad fue privado al no contar con la presencia de los medios de comunicación, pero sí y únicamente de autoridades, como el alcalde de Barcelona Jaume Collboni. Ojalá Paloma Picasso vuelva pronto al museo que lleva el nombre de su padre.