Barcelona

La capital catalana se ilumina para ganar en seguridad

La Razón
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La primera fase de las obras destinadas a implantar el Plan director de Iluminación de Barcelona comenzó ayer y se prolongará hasta 2015. En total, el Ayuntamiento invertirá 22,4 millones de euros. Durante este periodo, se renovará el alumbrado de 160 tramos de calles y 3.360 puntos de luz, lo que representa sólo un 2,5 por ciento del alumbrado de la ciudad, que cuenta hoy con 136.000 puntos de luz.

El Plan director de Iluminación pretende definir y homogeneizar los criterios de iluminación de la ciudad, priorizando las zonas para viandantes, mejorando los niveles lumínicos y la eficiencia energética y proponiendo una iluminación específica adaptada a la vía, edificio o monumento a alumbrar. Y todo ello, mediante la incorporación de luces LED y última tecnología en la gestión de la iluminación pública.

Uno de los principales objetivos de la renovación del alumbrado público es el de crear más claridad mediante el uso de luces blancas, que pueden graduar su temperatura en función de las características de la vía o edificio que deba iluminar, y con la integración de sistemas de control y regulación.

Luz mejor repartida

Mediante este proyecto se quiere poner de relieve la importancia de la iluminación para la actividad de la Ciudad Condal, enfatizar en el valor de su patrimonio y fomentar las percepciones de seguridad y confort. En esta línea, la principal prioridad es la de alumbrar correctamente las aceras, incrementando sus niveles lumínicos, reduciendo la altura del punto de luz, practicando una poda lumínica de los árboles cuyas ramas podrían tapar la luz, creando temperatura de color diferente e incorporando la tecnología Smart light.

Como señaló el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, durante la presentación de las primeras actuaciones para implantar la nueva iluminación, «no se trata de poner más luz, sino de aplicarla de forma diferente y esto se puede hacer gracias a las nuevas tecnologías». «No aumentamos en luz, sino que la repartimos mejor», añadió Antoni Vives, teniente alcalde de Hábitat Urbano.

En esta línea, durante el mes de diciembre, concretamente, está previsto que se inicien las actuaciones correspondientes en quince calles y plazas de la capital catalana, lo que supondrá la renovación de 330 puntos de luz y una inversión de 2 millones de euros.

Los criterios para definir los tramos y puntos en los que se actuará en este primera fase se han basado en la priorización de la remodelación del alumbrado de las calles cuyas instalaciones estaban en mal estado, de las zonas inmersas en proyectos de remodelación ya en marcha y de los grandes ejes de la ciudad. Asimismo, se aprovecharán estas actuaciones para dotar a los báculos de las farolas de los soportes y sensores necesarios para instalar Wifi y medidores de contaminación.

El Consistorio busca responder a una demanda del colectivo hotelero que llegó a tildar a Barcelona de ciudad de postguerra por su débil iluminación.