La Generalitat suprimirá 1.000 cargos públicos de la administración local

Después de rechazar las medidas que el Gobierno y el PSOE están dibujando para reducir el aparato político de la administración local, la Generalitat presentó ayer su alternativa. La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, avanzó, durante su comparecencia ante la comisión de Asuntos Institucionales del Parlament, que la Generalitat pretende ahorrar entre 1.000 y 1.100 millones de euros anuales suprimiendo hasta un millar de cargos públicos de la actual administración local.

La normativa que está ultimando la conselleria de Gobernación, que dirige Ortega, prevé desinflar el aparato político de la administración local, eliminando más de mil cargos públicos remunerados que ahora dependen de los consejos comarcales. La vicepresidenta confirmó, tal y como se había apuntado durante la anterior legislatura, que la Generalitat suprimirá varios consejos comarcales del área metropolitana de Barcelona. Se limitará también la creación de fundaciones y consorcios municipales a «casos de absoluta necesidad».

Ortega puso sobre la mesa la posibilidad de fusionar municipios, aunque en el caso de Cataluña, la mancomunidad será voluntaria. La Generalitat estudiará, en función de criterios territoriales, económicos y sociales, en qué situaciones es aconsejable la unión. Es más, avanzó que fomentará la fusión «voluntaria» cuando la Generalitat considere que los municipios saldrán ganando. Paralelamente, obligará a las localidades de menos de 1.000 vecinos a delegar algunas competencias en las comarcas, mientras que los municipios de menos de 5.000 habitantes tendrán que presentar un plan de actuación municipal.

Ortega aseguró que los ajustes que prepara la Generalitat son menos severos que los que ha presentado el Gobierno. Para esquivar el plan de Mariano Rajoy, la Ley de Bases de Régimen Local, se ampara en que el Estatut otorga plenas competencias a la Generalitat para llevar a cabo la organización de la administración local.

Entre las medidas que propone el Gobierno están poner como tope en los sueldos de los alcaldes el salario de los secretarios de Estado, que cobran 67.055 euros. Actualmente, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, es el que tiene el salario más alto de España y cobra 109.939 euros. Ortega subrayó que «no permitiremos que desde Madrid se haga añicos el modelo de proximidad catalán».