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La menor de Vilanova i La Geltrú sufrió abusos sexuales antes de morir asfixiada

El brutal homicidio de la pequeña Laia conmueve a la población del Garraf e indigna a los vecinos

En la imagen, el detenido por el homicidio de la pequeña Laia. Tiene 42 años, residía en el mismo bloque los abuelos de la pequeña y tiene antecedentes por amenazas a su ex pareja y a su hija / Efe
En la imagen, el detenido por el homicidio de la pequeña Laia. Tiene 42 años, residía en el mismo bloque los abuelos de la pequeña y tiene antecedentes por amenazas a su ex pareja y a su hija / Efelarazon

El brutal homicidio de la pequeña Laia conmueve a la población del Garraf e indigna a los vecinos.

Los Mossos d’Esquadra confirmaron ayer que la menor de trece años hallada muerta en Vilanova i la Geltrú tenía agresiones por arma blanca, y también por asfixia, a falta de conocer los resultados de la autopsia. El jefe de la División de Investigación Criminal del cuerpo, Antoni Rodríguez, también confirmó que el único detenido por el homicidio tiene antecedentes por amenazas contra su ex pareja y su hija.

El detenido tiene 42 años y vive en el mismo bloque los abuelos de Laia, la fallecida. Aunque era poco conocido por los vecinos debido a su reciente traslado, el arresto provocó ciertos altercados en el barrio, que no llegaron a más tras la intervención de los Mossos.

Pese a que la Policía confirmó que la muerte fue por arma blanca, falta saber los resultados de la autopsia. El cuerpo fue hallado sobre las 20.25 horas en el domicilio del detenido. Estaba oculto debajo de un colchón. Tras algunas sospechas, dos tíos de la niña consiguieron entrar por la fuerza en el piso, donde encontraron el cadáver.

La menor salió de la escuela sobre las 17.00 horas, y fue recogida por sus abuelos paternos, que la llevaron a su domicilio. Casi dos horas después, el padre de la niña les llamó para que la hicieran bajar para recogerla. La chica salió del piso, pero su progenitor nunca la vio, por lo que comenzó la búsqueda.

El padre realizó a pie el camino de un domicilio a otro, por lo que se inició un rastreo más amplio con familiares, y se pidió colaboración en las redes sociales. Un poco más tarde, los dos progenitores llegaron a la conclusión de que era «bastante difícil» que la menor pudiera salir del bloque de os abuelos paternos.

Tras la autopsia, se comprobó que había también asfixia y abuso sexual. Ahora el principal objetivo es descubrir el móvil del crimen, que no trascendió, ya que el caso está bajo secreto de sumario. Tras la desaparición, los Mossos fueron piso por piso en el bloque, pero las respuestas del finalmente detenido levantaron ciertas sospechas, lo que llevo a los dos tíos de la niña a entrar en la vivienda.

La niña, que tenía un pequeño grado de autismo, simplemente realizó ayer por la tarde la misma rutina de cada día, acudir a la casa de sus abuelos para que luego la recogiera.

«Siempre, en todo crimen, lo más importante de una investigación es en la autopsia». Esta frase que se repite como una máxima, pertenece a una de las forenses más laureadas de este país. En el caso de la pequeña Laia, el informe definitivo tardará meses en conocerse, pero las conclusiones preliminares apuntan a que se trata de una muerte «violenta–homicida» y a que murió asfixiada a pesar de que dado el elevado número de puñaladas que se contabilizaron en su cuerpo, estaba literalmente cosida, al principio se pensó que podía haber perdido la vida por una de ellas o desangrada.

Los cortes son perimortem, es decir, que todavía no queda claro si se produjeron antes o después del fallecimiento de la menor, pero sí muy próximos a su fallecimiento.

Las claves

El gran misterio del crimen sigue siendo el móvil del mismo. Aparte de que el detenido y principal sospechoso vive en el mismo bloque que los abuelos de la víctima, no hay otra conexión aparente.

El detenido cuenta con antecedentes policiales, por amenazas a su ex pareja y también a su hija.

Después de que la menor no saliera del bloque de sus abuelos, los Mossos interrogaron a todos los inquilinos del edificio, y la respuesta que se obtuvo desde el primero del primero levantaron las sospechas de los agentes y de la familia de la niña. Finalmente, dos tíos de ella entraron por la fuerza en este piso.