Luz verde de Salud para ubicar el CAP Raval Nord en el cubo de nueva construcción junto al Macba

Doce años, que suman tres legislaturas con tres alcaldes distintos, un socialista, un convergente y Ada Colau, son lo que lleva ya el centro de atención primaria (CAP) Raval Nord esperando un emplazamiento en el barrio para construir un nuevo equipamiento. Lo suyo era renovarse o morir. El CAP Raval Nord ha quedado pequeño y obsoleto para atender a 23.000 vecinos, 700 pacientes cada día. A la dificultad de encontrar un espacio en el barrio más denso de la ciudad, se suma la complejidad de dar con una solución que satisfaga a vecinos, grupos políticos y administraciones implicadas en el proyecto. Más, en años en los que ha habido más elecciones de lo permitido para no perjudicar la salud. Si el CAP Raval Nord no ha muerto aún es gracias al esfuerzo de su personal sanitario.

La solución para el futuro centro de atención primaria se enquistó cuando optó por mudarse a la Capilla de la Misericordia, al lado del Macba, un espacio que también quería el museo. Pero ayer, 24 horas antes de que el último pleno ordinario de la legislatura en el Ayuntamiento de Barcelona decida si revoca o no al Macba la cesión de la capilla de la Misericordia, donde los vecinos quieren construir el nuevo CAP, el Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) avala una propuesta alternativa.

Se trata de levantar un edificio de nueva construcción al lado del Macba, exactamente, a siete metros en dirección a la calle Ferlandina y la Ronda Sant Antoni. En el esbozo que ha dibujado el arquitecto del CatSalut, Martí Ballart, el edificio tiene forma de cubo, de hecho a la propuesta se la conoce como cubo o prisma. Estéticamente, está en armonía con el Macba, líneas rectas, color blanco y una fachada acristalada con aires escandinavos.

De todas las propuestas que había planteado el Ayuntamiento o la conselleria de Cultura, con la intención de conservar la Capilla de la Misericordia para ampliar el Macba, esta es la única que avala el CatSalut. Aunque el CatSalut es quien ofrece el servicio sanitario a los municipios, son los ayuntamientos los que deciden en última instancia la ubicación de los centros de atención primaria. En el caso de Barcelona, con un pleno fragmentado, se requiere un acuerdo entre los grupos municipales.

El terreno donde se propone construir el cubo es propiedad de la Diputación de Barcelona y del Centro de Cultura Contemporáneo de Barcelona (CCCB). Pero el director del CatSalut, Adrià Comella, avanzó ayer que los equipos de Patrimonio de la Generalitat y la Diputación tienen ya listo el acuerdo para ceder el solar a Salud.

El CatSalut insiste en que no quiere posicionarse entre la propuesta de trasladar el CAP a la Capilla de la Misericordia o construir el cubo. Pero destaca que el cubo tiene más metros cuadrados, 3.000 frente a los 2.400 de la Misericordia, esto se traduce en unas 10-12 consultas más. El cubo tendría planta baja más cuatro pisos. Y el principal inconveniente es que requeriría cambios en la movilidad del barrio para que tanto los usuarios como las ambulancias puedan llegar hasta la puera. Otro pero que ven los vecinos, es que la construcción de un nuevo centro va en contra de la filosofía de derribar edificios para esponjar Ciutat Vella. Y que estaría a 8-9 metros de los pisos cercanos, el mismo espacio que hay entre los bloques de Ferlandina o Joaquim Costa.

Salut tiene una partida de 5 millones guardada para el futuro CAP. Tanto un proyecto como otro requiere al menos 3 años de entre tramitar permisos y obras. Hoy el pleno dirá si el conflicto se desencalla o sigue otra legislatura.