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Primo de Rivera, el Franquismo, la Segunda República y la Transición toman el relevo a Borges y Espriu en la Selectividad

Los exámenes de Matemáticas los más difíciles hasta el momento

Leticia Vilá es uno de los 34.547 alumno que se prensentan este año, algo más que los 33.916 matriculados a las PAU en 2018
Leticia Vilá es uno de los 34.547 alumno que se prensentan este año, algo más que los 33.916 matriculados a las PAU en 2018larazon

¿Aprobarías el examen de Lengua Castellana de la Selectividad?

Cuando Leticia Vilá nació su madre no calculó que cumpliría los 18 años la víspera de los exámenes de selectividad. ¡Vaya faena! Ya entonces, había sectores que debatían sobre el fin de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU), lo que popularmente se conoce como selectividad. En este tiempo, la primavera pedagógica ha revolucionado las aulas de primaria y se ha colado con timidez en secundaria, pero el bachillerato sigue siendo un entreno para prepararse para los exámenes de selectividad, que desde que nacieron se mantienen casi inalterables.

Ana, la madre de Leticia, preparó una cena en familia con un pastel para soplar velas y pedir deseos –pero como los deseos no se dicen en voz alta, es una incógnita si la homenajeada pidió triunfar en la selectividad y lograr la nota para cursar los estudios de Comunicación Audiovisual–. A las diez de la noche, la «fiesta» había acabado. «Quedan muchos días para celebrar», dice Leticia, «el viernes, cuando acaben los exámenes, soplaré velas con mi abuelo, luego nos iremos a Ibiza de viaje de fin de curso con los compañeros del colegio y cuando volvamos invitaré a mis a migos a una fiesta, por celebrar no va a quedar». Con la ilusión de pensar que al acabar las PAU, vendrán días de vino y rosas, Leticia se fue pronto a la cama el día de su cumpleaños, durmió las ocho horas que recomiendan los expertos y a las 9.00 horas del miércoles estaba sentada en una aula de la Facultad de Derecho para responder la opción A del examen de Lengua Castellana: un fragmento de un cuento de José Luis Borges, «El disco», de «El libro de arena». Habla de la codicia humana y el tribunal jugaba con él para preguntar a los alumnos sinónimos de palabras como «arredran» y «vacilara».

Estudia lo que te guste

«Me ha ido bien», dijo Leticia al salir del examen. Pese a haberse decantado por el comentario de texto «más difícil», según el resto de sus compañeros. La mayoría de estudiantes optó por analizar el artículo periodístico «Lo que nadie quiere», de Lola Pons, publicado en «El País», donde la autora reflexiona acerca de la conveniencia de estudiar una carrera universitaria siguiendo criterios de oportunidades laborales, modas o vocaciones. En tiempos en los que el mercado es tornadizo, Pons reivindica estudiar lo que a uno le gusta. Ya lo dicen las personas sabias: «Haz lo que te guste, pero lo que hagas, hazlo bien».

En primera opción, Leticia ha puesto Comunicación Audiovisual, en segunda opción, Comunicación Audiovisual y en tercera opción, Comunicación Audiovisual. Lo tiene claro. Ha estudiado el bachillerato Humanístico-Lingüístico y «me he preparado para intentar lograr la nota que piden».

Hoy a las 9.00 volvía a estar en el mismo pupitre del aula de la Facultad de Derecho para enfrentarse al examen de Historia de España. Los alumnos eligieron entre Primo de Rivera, el Franquismo, la Segunda República y la Transición.

La de Lengua Castellana fue una prueba «asequible», constató el profesor de Lengua Castellana, Pol Solé, del Instituto Bellvitge. Aunque muchos alumnos encontraron más fácil la de catalán. Destacaron algunas dificultades como construir palabras derivadas, por ejemplo, el sustantivo «emmetzinament» a raíz del nombre «metzina» (veneno), o el adjetivo «fonedís» a partir del verbo «fondre» (fundir).

En el examen de catalán, Leticia optó por el texto que eligió la mayoría. Los estudiantes se decantaron por responder a preguntas de un fragmento del cuento «Mossèn Gaspar», de Salvador Espriu, en lugar de elegir un texto divulgativo sobre los peligros de la desaparición de las abejas en Europa, pese a que éste ha sido el curso –ahí va un pequeño homenaje a la catáfora–, en el que la joven activista sueca Greta Thunberg ha despertado la preocupación de millones de adolescentes en todo el mundo por el cambio climático.

Hasta el momento, el examen que ha despertado más quejas, por difícil, es el de Matemáticas Aplicadas.

Los 34.547 estudiantes matriculados para las PAU siguen con los exámenes de la fase general: lengua extranjera e Historia de España. También forman parte de la fase general las materias de modalidad. Los alumnos deben elegir una opción entre cuatro comunes: matemáticas, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, latín y fundamentos de las artes. Para aprobar y entrar en la universidad, los estudiantes deben obtener una nota media mínima de 4 en los 5 exámenes de la fase general, que puntúan el 40% de la nota total. El 60% restante de la nota viene de bachillerato.

El segundo examen al que se enfrentaron fue el de catalán. Los alumnos eligieron entre un texto de la obra de Mercè Rodoreda, “Mirall Trencat”, o un artículo sobre la extinción de las abejas. De alguna manera se ha colado el movimiento contra el cambio climático de los “Fridays for Future”, que lidera la activista sueca Greta Thunberg.

Según ha informado la Secretaría de Universidades, de los alumnos matriculados, 28.383 son estudiantes que han acabado este curso el bachillerato; 3.392 son de matrícula libre (procedentes de bachillerato de otros años que no hicieron las PAU, que quieren mejorar su nota o que sólo se examinan asignaturas de la fase específica), y 2.772 son de ciclos formativos de grado superior.

Las PAU se dividen en dos fases: la fase general, que es obligatoria y consta de un total de cinco exámenes, y la fase específica, que es voluntaria para todos los perfiles de estudiantes y sirve para subir nota.

En la fase general, los alumnos se examinan de cuatro materias comunes (catalán y literatura, castellano y literatura, lengua extranjera e historia) y una materia a elegir vinculada a las materias comunes de opción.

Así, los estudiantes podrán escoger entre Fundamentos de las Artes, Latín, Matemáticas y Matemáticas aplicadas a las Ciencias Sociales.

Los alumnos que obtengan un 5 de media entre la nota de bachillerato (que tiene un valor del 60%) y la calificación en la fase general de las PAU (con un valor del 40%, si la calificación de esta fase general, que se obtiene con la media de los cinco exámenes que la integran, es como mínimo de 4), habrán superado las PAU y podrán acceder a la universidad.

Los alumnos con necesidades educativas especiales se examinarán en tribunales específicos con un horario especialmente adaptado a ellos, por lo que dispondrán de dos horas para cada examen.

En estos tribunales específicos se examinarán tanto el alumnado disléxico (colectivo al que se aplican criterios especiales de corrección en las materias de lengua) como el alumnado diagnosticado con otros trastornos de aprendizaje, como TDAH. Habrá tribunales específicos en Barcelona, Bellaterra, Girona, Lleida y Tarragona, con un total de 1.116 alumnos.

En aranés

Por primera vez, este año el alumnado de la Vall d’Aran, que se examina en la Universidad de Lleida, dispondrá de enunciados de examen redactados en lengua aranesa en la materia de Historia.

Por primera vez también, el alumnado del sistema educativo andorrano que quiera examinarse de materias de la fase específica para incrementar su nota de acceso en la fase de admisión, hará los exámenes en el tribunal de la Universidad de Lleida ubicado en La Seu d’Urgell.

Los alumnos se examinarán mañana de las asignaturas de lengua castellana y literatura, lengua catalana y literatura, ciencias de la tierra y del medio ambiente, fundamentos de las artes, matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, análisis musical, literatura castellana y dibujo técnico.

El jueves los exámenes serán de historia, lengua extranjera, dibujo artístico, latín, matemáticas, historia del arte y química, mientras que el viernes los alumnos tendrán que superar las pruebas de física, geografía, economía de la empresa, electrotecnia, historia de la filosofía, biología, cultura audiovisual, griego, diseño, literatura catalana, y tecnología industrial.

Los estudiantes podrán consultar el resultado de las pruebas a partir del 26 de junio por internet y los que obtengan una calificación igual o superior a 9 puntos en la fase general de las PAU recibirán una distinción de la Generalitat.