Política
Pulso al Gobierno para no asumir recortes en el ámbito municipal
Mas-Colell tacha la reforma de «rancia» y la ubica en el siglo XIX
Después del anuncio realizado el viernes por el Gobierno para dejar sin sueldo al 82 por ciento los concejales de toda España, diversas instituciones catalanas han salido al paso para oponerse a una reforma que consideran completamente irrespetuosa con el modelo local que caracteriza a Cataluña.
Después del anuncio realizado el viernes por el Gobierno para dejar sin sueldo al 82 por ciento los concejales de toda España, diversas instituciones catalanas han salido al paso para oponerse a una reforma que consideran completamente irrespetuosa con el modelo local que caracteriza a Cataluña. La vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, abrió el fuego criticando la iniciativa del Gobierno por ofrecer una imagen «distorsionado» del ámbito municipal, ya que, según sus datos, «más del 90 por ciento de los ediles en Cataluña no tienen sueldo ni dedicación exclusiva». El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, tomó el relevo de Ortega y recrudeció el choque con el Gobierno tachando la reforma local de «rancia» e ironizando con que una iniciativa de esta envergadura debería ser «propia del siglo XXI y no del siglo XIX».
La reforma del Gobierno rebaja el sueldo de los alcaldes, que no podrá ser superior a los 100.000 euros brutos anuales en aquellas ciudades pobladas por más de medio millón de habitantes. La medida, por tanto, afectaría de lleno, entre otros, al alcalde de Barcelona, Xavier Trias, cuyo salario alcanza prácticamente los 150.000 euros.
El ahorro que pretende acometer el Gobierno pretende llegar a los 7.129 millones. ¿Cómo? Suprimiendo salarios en micro municipios, eliminando centenares de cargos asesores y limitando retribuciones de empleados y directivos públicos.
Las competencias
Las severas medidas de austeridad irritan a diversas instituciones catalanas, que también se mostraron indignadas por el reparto competencial que prepara el Gobierno. Según el presidente de la Diputación de Barcelona y alcalde de Martorell (Barcelona), Salvador Esteve, la reforma local propuesta por el Gobierno es «una invasión de competencias bestial» y, en su opinión, es «imposible llevarla a cabo», ya que «pasar tantas competencias a las diputaciones» es «muy díficil». A su juicio, la mayoría de corporaciones supramunicipales no las podrán digerir. «El modelo de la Diputación de Barcleona, que lleva muchos años y que es prestar el mayor número de servicios que nos piden los ayuntamientos medianos y pequeños, es el modelo», añadió.
La Generalitat insiste en que el Estatut confiere a Cataluña autonomía propia para su organización municipal. De hecho, el ejecutivo catalán tiene previsto llevar al Parlament una ley de gobiernos locales con la que pretende poner orden dentro de un nivel administrativo que siempre ha denunciado que su financiación no se ajusta a sus servicios, ya que asume muchas prestaciones sin la partida correspondiente.
En todo caso, el presidente de la Diputación de Barcelona se consoló porque la reforma local «ya no habla de prescindir de ayuntamientos, que sería irreal», pero criticó que establezca un modelo estándar de servicios para todos los ayuntamientos. «Si hacemos un estándar de calefacción, los del norte se morirán de frío y los del sur no vivirán de calor. En una gama tan variada de municipios como hay en España, con pueblos de todos los tamaños, sería imposible», consideró.
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