Operación Clotilde
Querella contra dos ex cargos de CiU por un supuesto desvío de fondos
El Fiscal acusa a Josep Maria Matas de engrosarse el salario y de apropiarse 700.000 euros
La Fiscalía Anticorrupción presentó ayer una querella contra el ex número 2 de la conselleria de Cultura Francesc Xavier Solà y el ex coordinador general de la Diputación de Barcelona, Josep Maria Matas. El motivo es la sospecha de que ambos desviaron en beneficio propio fondos de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), aprovechando que tenían cargos en esta entidad. Se trata de un nuevo caso de supuesta corrupción vinculado a CiU, que se suma a los de la ITV de Oriol Pujol, la operación Clotilde en Lloret de Mar con la implicación del ex alcalde Xavier Crespo y el caso Pretoria, con la vinculación del ex conseller convergente Macià Alavedra. La federación nacionalista no reaccionó ayer a esta querella.
Malversación y falsedad
En la querella, el fiscal Emilio Sánchez Ulled acusa de los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad y negociación prohibida a funcionarios a Matas y Solà. Cabe destacar que el primero dimitió de su cargo en la Diputación cuando comenzó a ser investigadopor este asunto. Por su parte, Solà no renovó su puesto en la conselleria de Cultura después de las elecciones del 25 de noviembre.
Según la querella del fiscal, Matas «se aprovechó ilícitamente de su mando efectivo sobre la ACM para desviar de forma continuada fondos de esta entidad a su bolsillo particular» y al de Solà, con quien supuestamente estaba todo concertado.
El fiscal también considera que Matas «por propia iniciativa» y sin autorización de los órganos colegiados de la ACM se autoconcedió una retribución desmesurada en la entidad», además de que supuestamente ambos querelaldos se aprovecharon de sus cargos en la ACM, en la Fundación Privada de Vivienda Pública de Cataluña (Fphp) y en el Ayuntamiento de Vic, donde Solà era concejal de Urbanismo, para procurarse interés económico en operaciones inmobiliarias, siempre según la versión de la Fiscalía.
El fiscal, que incluye en su querella a otras tres personas implicadas en el presunto desvío desde las empresas instrumentales, acusa a Matas de «autoconcederse una retribución laboral desproporcionada» como secretario general de la ACM, cuyo sueldo se triplicó en seis años hasta alcanzar en 2011 los 273.800 euros. Concretamente, el fiscal cree que Matas interpuso varias sociedades instrumentales para facturar servicios a la ACM cuyo precio se incrementaba ilícitamente o que simplemente eran «completamente irreales», con lo que entre los años 2005 y 2009 logró desviar hacia su bolsillo un total de 476.001 euros.
Para ello, añade, el querellado «abusaba de su condición de secretario general de la ACM e indicaba a los proveedores que giraran sus facturas» a una empresa de su propiedad, un procedimiento que le permitió desviar fondos en servicios como resúmenes de prensa o impresión de directorios telefónicos.
Entre esos servicios facturados por Matas a la ACM figura la edición de varios manuales para los que la Generalitat concedió una subvención de 60.000 euros y la entidad municipalista otros 81.160, pero que nunca fueron «diseñados, editados ni publicados», añade la querella.
La Fiscalía sostiene en su querella que Matas y Solà, puestos de común acuerdo, «decidieron sacar partido» a un convenio de colaboración firmado con el departamento de Política Territorial, que desembolsó 2,7 millones de euros en total para financiar un catálogo de masías y casas rurales. Las mercantiles controladas por los querellados, añade el fiscal, giraron a la ACM «facturas aparentemente derivadas de la prestación de servicios relacionados con la confección de catálogos».
Solà, el brazo derecho de Mascarell
Hasta hace un mes, Xavier Solà era el número dos de la conselleria de Cultura, el brazo derecho de Ferran Mascarell, responsable de este departamento. Tras ser sustituido por Pilar Pifarré, su nombre había comenzado a circular como posible nuevo director general del Gran Teatro del Liceo, en sustitución de Joan Francesc Marco. Sin embargo, las aspiraciones de Solà han quedado rotas tras la presentación de la querella de la Fiscalía Anticorrupción. El que fuera secretario general de Cultura tuvo tras de sí la sombra de la corrupción en su etapa anterior a su aterrizaje en la conselleria, durante su paso por la Asociación Catalana de Municipios (ACM) y el Ayuntamiento de Vic. La oposición pidió insistentemente su dimisión en la pasada legislatura, pero no abandonó el cargo hasta el pasado 22 de enero.
Matas, número dos de la Diputación
Josep Maria Matas hace tiempo que dejó de estar activo en la red social Twitter, donde todavía está la cuenta que lleva su nombre y donde escribía realizando algunas faltas de ortografía. Eran otros tiempos, en los que era el número dos de la Diputación de Barcelona. Con su posición como secretario general de la Asociación Catalana de Municipios había logrado ser uno de los nombres más importantes de la diputación barcelonesa. En Twitter todavía se puede seguir la agenda que tenía en esos días, con numerosas reuniones, también como presidente de CDC en Osona. Pero hace un año fue cesado de sus responsabilidades en la diputación, de donde había sido coordinador general, al conocerse que una empresa suya facturó 900.000 euros a la ACM cuando era su secretario general.
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