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Teixidó: «No ha sido posible un acuerdo con el PSC por lo tibio que es con el separatismo»

El presidente de Lliures asegura que han mantenido conversaciones con los socialistas para sellar una entente para las municipales

Antoni Fernández Teixidó.
Antoni Fernández Teixidó.larazon

El presidente de Lliures asegura que han mantenido conversaciones con los socialistas para sellar una entente para las municipales

Antoni Fernández Teixidó (Barcelona, 1952) es el presidente de Lliures, partido que nació con la aspiración de refundar el catalanismo y situarlo en la primera línea política para «jugar un papel crucial en Madrid y Cataluña». Con casi dos años de vida, 2019 será el año del debut electoral. Lliures se estrenará en las elecciones municipales, donde está configurando hasta cuarenta candidaturas con las que intentará apuntalar su implantación territorial.

–2019 es el año del estreno electoral de Lliures, aunque el 28-A no participan.

–Hemos hecho una llamada al catalanismo político para ir a las elecciones generales, porque creemos que era importante ir para que pudiera ser escuchado en Madrid y participara también de la problemática española. Pero no ha sido posible. El catalanismo está muy atomizado, en una situación de recuperación inicial.

–Un mes después, a las elecciones municipales, sí.

–Aquí sí y tenemos dos estrategias. La primera es en Barcelona después de que nuestras bases decidieron participar en la candidatura de Manuel Valls y lo haremos con cuatro propósitos: prescindir de Colau; evitar un alcalde independentista; gestionar de verdad la ciudad; y, hacer escuchar la voz del catalanismo político con una voz como ésta. La segunda es en el resto de Cataluña, donde iremos como Lliures o compartiendo candidatura con otras formaciones políticas de carácter catalanista y de centro.

–Pactando con Valls, ¿Lliures está mucho más cerca de C’s que de lo que representaba la antigua Convergència?

–Rotundamente, no.

–Estas semanas han estado manteniendo conversaciones con el PSC para un acuerdo.

–Hemos estado explorando con el PSC, con Units y con Valls qué tipo de candidatura era posible para conseguir nuestros propósitos en las municipales y con qué formula política. Yo parto de la base de que el catalanismo debe ser refundado y de la premisa de que no resolveremos la crítica situación que vive Cataluña en su vinculación con España sin un partido catalanista fuerte. La única fórmula capaz de resolverlo es un partido catalanista nuevo, fuerte e implantado, que entienda que nuestra voluntad es variar la correlación de fuerzas en el Parlament. Si apostamos por refundar el catalanismo, debemos impulsar los partidos del catalanismo, y a mi parecer, el PSC lo es. Por eso hemos tenido conversaciones con el PSC, pero no ha sido posible.

–¿Por qué no ha sido posible con el PSC?

–Porque el PSC tiene una visión muy tibia de cómo se debe producir la ruptura con el independentismo desde el punto de vista municipal. Esto lo comprendo, porque son muchos los alcaldes socialistas que dependen del voto de los concejales independentistas. La política del PSC en el territorio no puede ser una política nítida, contundente. Debe ser una política que tiene un punto táctica. Pero no es hora de medias verdades, sino de la verdad absoluta. Nosotros decidimos explicar a los catalanes que se deben ir poniendo las bases para que este país vuelva a recobrar una tradición política que haga una defensa de los intereses de Cataluña compatible con los intereses de España y Europa. No tiene ningún sentido que haya cesiones permanentes al independentismo.

–¿Y con Units per Avançar?

–Units ha preferido aferrarse a las filas del PSC.

–En las municipales, por tanto, descartan pactos postelectorales con el independentismo.

–No haremos pactos ni para hacer listas ni postelectorales con el independentismo. Somos un partido catalanista que ha extraído todas las lecciones del «procés» y no se quiere volver a equivocar.

–¿Qué le parecen los últimos movimientos en el PDeCat, donde se ha prescindido del sector moderado?

–Tienen una lectura fácil de prever. Puigdemont ha desnaturalizado todo el proyecto del PDeCat, pero el PDeCt desnaturalizó todo el proyecto de CDC. Es una consecuencia lógica. A mi no me sorprende y creo que esto tomará perfiles más dramáticos.

–¿Abren las puertas a damnificados como Jordi Xuclà o Carles Campuzano?

–No hemos tenido conversaciones de momento. Deberán decidir si son catalanistas no independentistas.

–¿Cómo puede atraer el catalanismo a parte del electorado independentista?

–Esto necesita de un análisis pormenorizado de los errores que se han cometido. El nacionalismo aspira a tener un Estado. Esto es cuestión de tiempo, de manera que si no ponemos en tela de juicio lo que quiere el nacionalismo, en unos años volveremos a estar donde estamos. La gente tiene derecho a pensar como quiera, pero también tiene la obligación de comprobar que la han engañado. Esto es clave. Lo que tenemos que decirle a los separatistas es que le han engañado muchas veces. Como mínimo, deberán pedirles explicaciones a los suyos. Debemos ayudar a que este proceso se haga y que la gente entienda esto. También ayudar a que comprendan que se pueden defender las ideas que se quiera, pero no se puede saltar la Ley.

–¿El catalanismo tiene base electoral ahora?

–Lo que hay es un consenso entre todas las empresas encuestadores: en Cataluña todo el voto huérfano –los electores que cuando llegan las elecciones no saben a quién votar– abarca a entre 250.000 y 300.000 votos. Este voto ha sido detectado por todos los encuestadores. Los ciudadanos hacen política votando, y si votan, dicen lo que piensan. Si no tienen a quien votar, no votan.

–Con respecto a las europeas, en la última asamblea se decidió concurrir con partidos centristas de España.

–Hacemos una coalición de pequeños partidos centristas en España que compartimos el ideario político. Nuestra expectativas son justas pero nos parece un buen mensaje que podamos explicar en España que el centrismo no es C’s. Que todo el mundo tiene derecho a reclamarse lo que se quiera, pero yo a C’s no lo veo como un partido centrista. Las últimas situaciones lo han escorado mucho hacia posiciones de derechas. Rivera se encuentra entre la espada que es Vox y la pared que es el PP y así, hacer políticas centristas es muy difícil. El legado de Suárez no es Rivera, son los centristas españoles.