Política

Educación

Treinta escuelas e institutos siguen en obras a cinco días de la vuelta al cole

Ensenyament culpa al 155 y a las lluvias de los retrasos y avanza ya que diez centros no estarán listos el día 12, cinco en Barcelona.

El descenso de la natalidad durante la crisis altera el mapa escolar, hay menos alumnos en primaria y más en secundaria. Foto: Efe
El descenso de la natalidad durante la crisis altera el mapa escolar, hay menos alumnos en primaria y más en secundaria. Foto: Efelarazon

Ensenyament culpa al 155 y a las lluvias de los retrasos y avanza ya que diez centros no estarán listos el día 12, cinco en Barcelona.

El próximo miércoles arranca el curso escolar 2018-19 con 1.567.316 alumnos en Cataluña. Son 1.299 más que el año pasado. El saldo positivo es gracias al aumento de estudiantes en secundaria (9.682) y FP (3.837). Porque la pirámide demográfica sigue invertida. Nacieron menos niños durante la crisis. E igual que la escuela catalana no se ha recuperado de los recortes, tampoco lo ha hecho la natalidad. Hay 9.915 niños menos en infantil y primaria.

Hacía casi 20 años que no había más alumnos en secundaria que en primaria. Este baile de cifras, ha obligado a Ensenyament a inventarse fórmulas para suplir la falta de docentes en los cursos superiores, como que un centenar de maestros haga clases en secundaria. Aunque hay 690 docentes más, siguen haciendo falta educadores. Las clases empezarán con 71.865 profesores, lejos de los cerca de 80.000 que había antes de la crisis. La intención es convocar oposiciones para hacer fijos a 3.604 maestros y 1.401 profesores de secundaria y FP. Este curso el 81 % de los profesores sigue en el mismo centro, pero pese a que las plantillas han ganado en estabilidad, tres de cada diez docentes son interinos.

También se han modificado las ratios. En primaria se han reducido de 21,03 a 20,66 en la pública y de 23,13 a 22,51 en la concertada. En cambio, en la pública, en secundaria, han aumentado en secundaria de 27,73 a 27,93.

Pero de la misma manera que a los chavales les sorprenderá más que un compañero se haya teñido el pelo de azul que tras un voluntariado sea más empático, padres y alumnos comentarán antes si tienen edificio nuevo que este curso cambie la evaluación en secundaria –cambian las notas cuantitativas y por valoraciones cualitativas, además, se examinarán las competencias digitales y personales–. Consciente de que lo primero que verán algunos estudiantes la semana que viene es que hay centros que no han acabado las obras que se debían haber hecho en verano, el conseller de Ensenyament, Josep Bargalló, trató ayer de excusarse. Culpó al 155 y a las lluvias del retraso. Acusó a los responsables del Gobierno del PP de no licitar mientras la Generalitat estaba intervenida, aunque Clara Ponsatí tampoco aprobara ningún expediente. Admitió que sufre porque 30 centros siguen en obras a cinco días de «la vuelta al cole» y avanzó que en al menos en diez, los trabajos no estarán listos antes del día 12. Cinco están en Barcelona. Aunque todos tienen un «plan B». Como las escuelas La Maquinista o Auditori. Esta último, en el distrito de Sant Martí, en Barcelona, es uno de 10 centros que se estrenan este curso junto a 6 institutos y 3 institutos-escuelas, modalidad en auge. Por contra, cierran una escuela pública rural en la Pobla de Cèrvols y una concertada en el barrio de Sants. El nuevo curso arranca con 93 centros en barracones.