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Un icono llamado Neus Català

La Razón
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Hay nombres que con solamente pronunciarlos podemos visualizar la lucha contra todo tipo de injusticias, especialmente en un tiempo como este en el que parece difícil hacer según que tipo de defensas. Pasa cuando vemos los de Martin Luther King jr. o Rosa Parks, ejemplos de lo que ha sido la lucha por los derechos civiles, o cuando alguien nos cita a Sophie Scholl o Víctor Jara, víctimas de dictaduras a las que plantaron cara con la no violencia. En Cataluña, ese icono ha sido Neus Català.

Ha sido la portavoz de aquellos que quedaron en el camino, desgraciadamente demasiados, como víctimas de la represión llevada a cabo en Europa por Hitler y sus secuaces. Neus Català, encerrada en el campo de concentración de Ravensbrück, al norte de Berlín, fue una más de las 132.000 mujeres que acabaron allí entre el inicio y el final de la Segunda Guerra Mundial. Entre mujeres, hombres y niños, allí murieron 92.000 personas. Pero, pese a las adversidades, supo plantar cara, algo que podría haber acabado pagando con su vida. Me refiero a su trabajo en la fábrica de armas de Holleischen donde, junto con otras valientes compañeras, se dedicaron a convertir esas máquinas para matar en productos defectuosos en el frente.

Sin embargo, el gran triunfo de Neus Català fue que no quedara en el olvido cuanto vivió. Afortundamente ha vivido para contarlo y de sus palabras ha quedado una lección vital envidiable. Y es que Neus Català ha estado al pie del cañón hasta el final, hasta su reciente fallecimiento. Les recomiendo que echen un vistazo a la entrevista que la gran Montserrat Roig hizo a Català y que puede verse en la página web de TVE. Es un ejemplo de dignidad y, a la vez, dicho sea de paso, un prodigioso acto de periodismo.