Una apuesta por el cine de autor

En una época en la que el cierre de salas es cada vez más habitual que se inaugure una es una muy buena noticia con ecos de excepcionalidad. A partir de mañana, el número 53 de la calle Béjar, en el barcelonés barrio de Sants, acoge Zumzeig Cinema, un espacio que apuesta por las producciones independientes, por realizadores que en ocasiones no tienen la posibilidad de estrenar sus trabajos.

La sala, cuyo nombre lo toma del sonido que hace el zángano al volar, abrirá de martes a domingo, ofreciendo una programación estable en versión original subtitulada, tanto en castellano como en catalán, de películas que suelen tener en ocasiones un camino limitado más allá de los festivales. Los títulos seleccionados para Zumzeig Cinema tienen la particularidad de ser representativos de voces muy personales y con un notable posicionamiento desde una perspectiva estética, social y filosófica.

Detrás del proyecto se encuentra el productor Esteban Bernatas Chassaigne, quien explica que la nueva sala se ha ideado «como un lugar de cultura y contracultura, de posición y de margen, de actualidad y de memoria. El cine es una muy buena herramienta para acercar temas y gente». Por eso, el espectador que esperan pueda acercarse a disfrutar de su oferta cinematográfica no es «un consumidor de palomitas».

Este espacio de la calle Béjar tendrá una media de cuatro sesiones al día. El pistoletazo de salida lo darán en el mes de octubre cinco estrenos inéditos en nuestro país: «L'encerclement. La democracia en las redes del neoliberalismo», de Richard Brouillette; «Dragonslayer», de Tristan Patterson; «L'Age Atomique», de Héléna Klotz; y «JJA», de Gaelle Boucand.

A la calidad de los títulos se le une lo mejor de la técnica para hacer más fácil la divulgación de estos trabajos. Por ello en el cine se cuenta con tres proyectores de 16 mm, 35 mm y digital, además de sonido Dolby 7.1, prestaciones acústicas diseñadas por el ingeniero Philip R. Newel, director de grabación de los discos de Mike Oldfield y The Who. La sala cuenta con 70 butacas.

Zumzeig Cinema no está solamente centrado en el llamado séptimo arte porque también cuenta con un lugar en el que poder tomar un aperitivo antes o después de una proyección. La carta está repleta de producto local, como quesos, patés, ensaladas de burrata con tomate, tapas de jamón ibérico, quiches vegetarianas, tartar de salmón o ceviche. A ello se le suman bebidas como cerveza artesanal y vinos naturales de Cataluña, además de zumos de frutas ecológicos, así como cava y coctels de todo tipo.