Diferencias entre Puig y la patronal por el rescate del Hospital de Dénia

Los empresarios defienden el modelo de concesión y el presidente insiste en la expropiación

Las posturas de la patronal y del actual Consell con respecto al modelo de concesión sanitaria ya quedaron muy claras con la reversión del Hospital de La Ribera, y ahora se vuelven a poner de manifiesto ante la firme intención del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, de «rescatar» el Hospital de Dénia. La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) es una firme defensora de la colaboración público-privada, mientras que Puig insiste en que en ámbitos como el sanitario debe mandar lo público.

Este desacuerdo se volvió a poner ayer encima de la mesa durante la reunión que Puig mantuvo con el presidente de la CEV, Salvador Navarro, en el cual la organización empresarial entregó al presidente, en calidad de candidato socialista a las elecciones autonómicas, 130 medidas del ámbito económico.

Preguntado por la compra del Hospital de Dénia a las empresas concesionarias -la aseguradora alemana DKV, propietaria del 65 por ciento de las acciones del centro, y Ribera Salud, que posee el 35 por ciento restante- Puig aseguró que el acuerdo de rescate está «bastante avanzado» pero advirtió de que no se admitirá un precio que los servicios jurídicos y económicos de la Generalitat «no vean factible» porque se tata del dinero de todos los valencianos.

Reiteró que se está intentando llegar a un acuerdo pero, si no lo hay, la Generalitat «ejercerá su responsabilidad» e iniciará el rescate de la concesión. Preguntado por si es posible hacerlo antes de las elecciones generales y autonómicas del próximo 28 de abril, indicó que da tiempo a «abrir el expediente».

En las concesiones había, dijo, un problema de mala gestión endémica, como demuestra el hecho de que las liquidaciones de los últimos años estén todavía por resolver.

Aumento de plantilla

Por su parte, el presidente de la patronal defendió la gestión privada del hospital con ratios «muy buenos» en pacientes en el caso de Ribera Salud, y cuestionó que en ocho meses (desde su reversión) la plantilla del hospital de Alzira haya aumentado en 466 empleados.

«Eso no lo hacemos las empresas privadas», aseveró Navarro, para reiterar su defensa de la colaboración público-privada, en el caso de los hospitales con titularidad pública y gestión privada. Indicó que entre lo público «no tiene que haber miedo» a lo privado, y viceversa, pero siempre con control, seguimiento, evaluación y transparencia.

Puig indicó que no rechaza la cooperación público-privada pero, según qué sectores, es «más ordenada» y en otros hay algún problema que superar.

La CEV pide a Puig más presencia en Europa

La patronal autonómica CEV planteó ayer a Puig 130 medidas básicas para asegurar el crecimiento de la Comunitat Valenciana, entre ellas un compromiso para solucionar «la crónica infrafinanciación» y una mayor presencia en Bruselas. Según Navarro, igual que la Comunitat estará situada en Madrid, se quiere crear un grupo de presión en Bruselas, estando en el lugar de toma de decisiones «antes de que se aprueben las leyes».