El Consell cifra en 10.000 millones la cantidad que reclama condonar

La Generalitat estima en una cifra no inferior a 10.000 millones de euros la cantidad acumulada que se debería condonar a la Comunitat Valenciana por la infrafinanciación, aunque el conseller de Hacienda, Vicent Soler, matizó que se trata aún de un importe que se debe afinar.

Soler daba así ayer la cifra que aventuraba horas antes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cuando, junto con su homóloga andaluza, Susana Díaz, reclamaba que se condone la devolución del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) a las comunidades infrafinanciadas en una cantidad equivalente a la financiación que han dejado de percibir respecto a la media española.

Según el conseller, hay que ajustar esa cifra de 10.000 millones porque las desviaciones del déficit son anuales y, por tanto, diferentes en cada ejercicio, y en concreto la correspondiente a 2015 va a ser «mucho mayor de lo que se pensaba».

La última aportación que ha recibido la Comunitat Valenciana por el FLA asciende a 1.430 millones para la desviación del déficit de 2014, según Soler, que agregó que la desviación de 2015 se conocerá el 31 de marzo.

Esta reclamación es «el primer paso», ya que la deuda total de la Generalitat es de 40.000 millones, más del 40 por ciento del PIB regional, que se han acumulado por «una gestión inadecuada» de gobiernos anteriores y sobre todo, dijo, por la infrafinanciación.

A juicio del jefe del Ejecutivo valenciano, «tenemos un modelo de financiación que no es satisfactorio, hay un problema con el cumplimiento de la Constitución y de la LOFCA, porque no hay equidad entre los ciudadanos».

Puig y Díaz, que asistieron a una celebración del Día de Andalucía en el municipio de Mislata, destacaron la «magnífica» relación que existe entre ambos gobiernos regionales. Al respecto, manifestaron «que no hay que tener vergüenza de llevarse bien», y defendieron que los ciudadanos se merecen tener gobiernos «decentes».

El presidente de la Generalitat recordó que la Comunitat ha sufrido «grandes dificultades» en los últimos años que han llevado a una hipoteca económica, a la que se añade la «reputacional», pero se mostró convencido de que la sociedad valenciana «no tiene nada que ver con aquellos que han denigrado esta tierra y que han hecho bajar la vista».