Valencia

Grezzi cambió el protocolo para hacer pagos en la EMT

Caixabank confirma que se cumplieron las órdenes establecidas por el Ayuntamiento sobre las firmas mancomunadas, mientras la empresa de transporte no aclara cuál es el procedimiento

El consejero delegado de la EMT, Giuseppe Grezzi pretende depurar la responsabilidad política con la creación de una comisión de investigación en la empresa pública
El consejero delegado de la EMT, Giuseppe Grezzi pretende depurar la responsabilidad política con la creación de una comisión de investigación en la empresa públicalarazon

Caixabank confirma que se cumplieron las órdenes establecidas por el Ayuntamiento sobre las firmas mancomunadas, mientras la empresa de transporte no aclara cuál es el procedimiento

Guiseppe Grezzi no veía lo suficientemente seguro el método establecido en la EMT para hacer las transferencias y pagos correspondientes. Y por eso lo cambió cuando accedió al control de la empresa municipal de transporte. La orden fue contratar a una compañía jurídica externa para que estableciera un procedimiento más seguro que el anterior.

Un método que ahora ha quedado en entredicho y que se pagó con dinero de la entidad. Pero además, hasta el momento nadie ha explicado, ni desde el Ayuntamiento, ni desde la entidad pública, cuál es exactamente el procedimiento para que una entidad bancaria haga efectivos hasta un total de ocho transferencias a un banco de Saigón, por más de cuatro millones de euros.

Tampoco nadie ha explicado que en ningún momento saltara la alarma en los departamentos de gestión municipales. Ni el gerente, Josep E. García, ni la directora de Gestión, María Rayón, ni siquiera la responsable de Finanzas, Esmeralda Aparisi, sospecharon ni supervisaron las operaciones bancarias que se realizaron desde el 3 al 20 de septiembre. En cambio, la dirección política decidió cesar, fulminantemente, al cuarto escalón en el organigrama. La jefa del negociado de Administración que llevaba trabajando en la compañía 35 años y que ha sido defendida en todo momento por el Comité de Empresa. Una cabeza de turco para cubrir un expediente político con consecuencias todavía por conocer.

Quienes sí han dado explicaciones son los responsables de Caixabank. En todo momento han defendido que la entidad bancaria cumplió con el protocolo establecido y marcado por el propio Ayuntamiento y la EMT.

Fuentes consultadas por este periódico aseguran que la firma electrónica tiene establecidas unas claves que en ningún caso se pueden modificar y son reconocibles por las entidad bancaria. En el caso de la firma mancomunada los responsables de los pagos debieron acreditar notarialmente la identificación que consta en el expediente de la entidad financiera.

Ayer mismo, el grupo municipal de Ciudadanos daba a conocer un informe de la auditoría de cuentas, realizado por Ernst &Young, con fecha 10 de abril de 2019, en el que se señala que la EMT no dispone de un Plan de Contingencias Informáticas escrito y formalizado donde se clasifiquen los activos IT y se especifique cómo actuar ante todas las posibles contingencias que pudieran afectar a los sistemas críticos de la entidad.

El auditor, según el portavoz de Cs, Fernando Giner, alertó también, de que no disponer de un plan de este tipo provoca que la entidad no esté totalmente protegida del riesgo de pérdida de información o del riesgo de invertir en costes muy altos de recuperación de la misma.

Los auditores explicitan la falta de seguridad del protocolo modificado por Grezzi, con el consentimiento del alcalde, Joan Ribó, presidente de la empresa pública.

A la espera de la reunión de hoy del Consejo de Administración, el líder socialista, Manolo Mata, caldea en su cuenta de Twitter al señalar que se puede denunciar al banco y ganar.

Reunión hoy del Consejo de la EMT

El presidente delegado de la EMT, Guiseppe Grezzi, ha convocado hoy al Consejo de Administración de la EMT para que se constituya una comisión de investigación y averiguar lo que ha pasado para que desaparezcan los cuatro millones estafados. Nada nuevo. La única novedad es la petición de algunos de los consejeros para que se realice una auditoría externa e independiente y otra comisión en el propio Ayuntamiento.