Comunitat Valenciana
La luna no influye en el parto
Un estudio echa por tierra el mito de que las fases lunares afectan a las embarazadas o de que practicar sexo adelanta el alumbramiento
Un estudio echa por tierra el mito de que las fases lunares afectan a las embarazadas o de que practicar sexo adelanta el alumbramiento
En contra de las creencias populares instaladas desde la antigüedad, no existe ninguna relación significativa entre las fases lunares y el mayor número de partos. Tampoco tener relaciones sexuales o caminar aceleran el momento de dar a luz.
Así se traduce de un estudio elaborado por matronas del Hospital de Manises (Valencia) que, tras analizar el efecto de las fases lunares en 4.700 partos asistidos en los últimos tres años, desmonta algunos de los mitos más arraigados en torno a este asunto.
Al respecto, los responsables del informe explican que desde tiempos pasados, la influencia de las fases lunares ha sido relacionada con diferentes aspectos de la vida, y algunas creencias populares afirman que la luna puede influir en el momento de producirse el parto de una mujer, teniendo más posibilidades de que este se produzca de manera espontánea si hay luna llena. Esta creencia no solo se ha instalado en el saber popular, sino que también es asumida por el personal de muchas unidades de maternidad, quienes defienden que en noches de luna llena aumenta el número de partos. Sin embargo, según la supervisora de matronas del hospital, Esther García, el análisis corrobora «lo que se apunta en gran cantidad de estudios realizados, en los que no se muestran ninguna relación realmente significativa» entre fases lunares y el número de partos o las complicaciones que puedan producirse en el mismo.
Chocolate, paseos y sexo
La luna llena no es el único mito extendido sobre los posibles elementos que pueden acelerar el proceso de parto, según García, y hay pacientes que desean ver nacer a sus hijos cuanto antes y «a menudo preguntan por distintas fórmulas para favorecer el parto, desde mantener relaciones sexuales a caminar, pasando por la ingesta de chocolate o de diversas infusiones». En ese sentido, las matronas apuntan que realmente hay «poca o ninguna investigación científica fiable que apoye la veracidad de muchos de estos métodos», por lo que su efectividad y seguridad son «dudosas».
Las relaciones sexuales es otro de los métodos que las pacientes emplean para acelerar el parto, según la especialista. «El semen contiene una sustancia de hormonal llamada prostaglandina, que se usa de forma sintética para inducir el parto. De ahí la creencia de que mantener relaciones sexuales en las últimas semanas de embarazo es una forma natural de inducir el parto. No obstante, no hay suficientes estudios que lo avalen».
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