Exposición

Lo único se convierte en una joya poética

La ilustradora Ana Juan presenta cuatro creaciones sorprendentes en Valencia

Esta exposición muestra el diseño de cuatro joyas únicas pasadas por el particular imaginario de una de las ilustradoras con mayor renombre
Esta exposición muestra el diseño de cuatro joyas únicas pasadas por el particular imaginario de una de las ilustradoras con mayor renombrelarazon

Una joya es una joya, pero sí además está diseñada por una de las ilustradoras más representativas del país, Ana Juan, se convierte en un tesoro. Así son las piezas de edición limitada que la Galería Set Espai d'Art de Valencia presenta bajo el título «Una poética de la mirada».

Esta exposición, que se podrá ver en la galería valenciana, muestra el diseño de cuatro joyas únicas pasadas por el particular imaginario de una de las ilustradores con mayor renombre de España.

Dos pares de piezas de las que se han hecho 28 reproducciones de cada una. Una edición limitada que se ha confeccionado en resina, marfil y ágata, en las que las reproducciones están firmadas también por la propia autora, lo que las convierte ya en un objeto de culto.

Para Fernanda Maldina, la encargada de redactar el texto que acompaña a la exhibición, las criaturas diseñadas por Ana Juan son evocadoras, tiernas, misteriosas, sorprendentes, fulgurantes, un poco mitológicas; y algunas profundamente tenebrosas. Pero además, afirma, tienen esa fragancia lírica y carnal, ese latido que hace pensar en un ritmo de fado. «Imágenes como chispas que revelan lo no dicho». Una concepción de la vida tan poética como abstracta, en la que se refleja una personalidad creativa tan imponente que escapa al mero lujo del valor de la joya.

Esta es la primera de las presentaciones de una iniciativa con la que la galería Set Espai d'Art exhibe sus «objetos de artistas». Un conjunto de elementos en los que diferentes artistas plasmaran su visión del mundo.

La ilustradora más ilustre

Ana Juan (Valencia 1961) se licenció en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) en 1982. Con una capacidad inmensa para la creación, empezó a colaborar al año siguiente con las revistas La Luna de Madrid y Madriz, aportando para ellas sus historietas todas en blanco negro y de tintes expresionistas. En 1988 realizó su primera exposición individual en la Galería Notuno de Ginebra. En 1994 pasó tres meses en Japón, becada por la Editorial Kodansha.

Uno de sus mayores logros se produjo en 1995, cuando apareció su primera portada en la prestigiosas revista The New Yorker, a la que seguirían muchas más.

Libros, revistas y publicaciones infantiles han marcado una fulgurante carrera que se vio compensada el 24 de septiembre de 2010, día en que el Ministerio de Cultura le concedió el Premio Nacional de Ilustración. Hace unos días recibió la Medalla de San Carlos de la Facultad de Bellas Artes de Valencia.