Infraestructuras ferroviarias

Los tramos que unen el Corredor con Madrid absorben el 80% de la inversión

Puig: «Las obras para Cataluña son razonables, pero no se puede jugar con las infraestructuras»

La consellera Salvador con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig y el secretario autonómico Boira
La consellera Salvador con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig y el secretario autonómico Boiralarazon

La ejecución del Corredor Mediterráneo hace tiempo que entró en el debate nacional. El Gobierno central no pierde ocasión para decir que se trata de una infraestructura prioritaria, pero para la Generalitat valenciana el ritmo de las obras, no es acorde con esta afirmación.

Ayer el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se sumó a la presentación de un estudio de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas que evidencia que de los 13.500 millones que el Ministerio de Fomento dice haber invertido en el Corredor Mediterráneo, 10.767 fueron a parar a tramos que conectan con Madrid, lo que supone el 80 por ciento.

Así, aquellos que coinciden con los ejes radiales han recibido 28.000 euros por kilómetro, mientras que los del Corredor «puro», tan solo 3.000. Esta diferencia de inversión se traduce en que las fechas previstas de finalización son mayores para la parte cien por cien mediterránea.

Fomento prevé acabar este año todos los tramos con conexión con Madrid, mientras que, a excepción del Valencia- Castellón que ya está en fase de pruebas, en el otro grupo el horizonte más cercano es 2018 (Vandellòs- Tarragona). Trayectos como el de Valencia- La Encina no se pondrán en marcha hasta 2019 e incluso hay otros que no tienen fecha, como Vandellòs- Castellón.

La presencia del jefe del Consell sirvió para dar mayor relevancia a la convocatoria, pero también para que Puig explicase con sosiego qué opina del anuncio de la lluvia de millones que prometió el presidente Mariano Rajoy a los empresarios catalanes.

Si el martes exigía que las inversiones para Cataluña no se hiciesen «a costa de la Comunitat», ayer decía respetar estas cifras. «Es razonable, pero no se puede jugar con las infraestructuras a beneficio de inventario partidista».

Incidió en que no ha habido racionalidad en las inversiones en infraestructuras y no descartó unirse a la propuesta realizada por su homólogo catalán, Carles Puigdemont, quien sugirió que Rajoy firme una «cláusula anti-incumplimiento» de las partidas prometidas. «Debería haber fórmulas de evaluación».

Sería una manera de evitar que los Presupuestos Generales no lleguen a traducirse en licitaciones. A día de hoy, el cumplimiento deja bastante margen de mejora.

La consellera de Vivienda y Obras Públicas, María José Salvador, denunció que de lo previsto en 2015 en materia de ferrocarril, se licitó el 35 por ciento de lo planificado en la Ley de Presupuestos, según apunta el informe de la Intervención General de 2015.

Por lo que respecta a las cuentas de 2018, Salvador apuntó que para finalizar los tres tramos pendientes del Corredor en la Comunitat es necesaria una inversión de 614 millones, y otros 165 para completar la conexión hasta Vandellós.

La Generalitat reclama que los Presupuestos que se conocerán mañana sean acordes al 11 por ciento del PIB y de la población.

Independientemente de cómo sean las cuentas para el próximo año, Puig se reunirá el día 27 con el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. «Estamos colocando donde toca el problema valenciano», aseguró Puig.