Museo del Prado
Restaurar hilo a hilo
La Real Fábrica de Tapices de Madrid repara cuatro tapices del siglo XVI del Real Colegio del Patriarca de Valencia
MADRID- Buena vista y mucha paciencia. Esto es lo que tienen las técnicas encargadas de la restauración de los tapices que colgaban de las paredes del Real Colegio del Patriarca de Valencia y que ahora están siendo tratados en la Real fábrica de Tapices de Madrid.
De la mano de la Fundación Iberdrola, encargada de sufragar el coste del proceso para la recuperación de estos tesoros flamencos de principios del siglo XVI, estas cuatro piezas están siendo mimadas con sumo cuidado por las manos de una quincena de trabajadores que, durante una media de dos años, volverán a dotar de esplendor a estas joyas únicas.
Tal y como explicó la responsable del Departamento de Restauración de la Fábrica de tapices madrileña, Isabel Fernández, los trabajos son tan importantes y requieren de tanto cuidado que ha sido necesario un previo proceso de documentación. En él, se han estudiado todas las intervenciones posteriores que se han hecho en las obras, su degradación y su estado actual. Es en ese momento cuando la costureras eliminan hilo a hilo todos los procesos que alteran la belleza de los tapices procedentes de anteriores restauraciones. Además, se limpia mecánicamente a través de la técnica del aspirado y se separa del forro.
Después, es el turno del lavado. Llama la atención la enorme cubeta donde se limpian estas delicadas telas, creado por una empresa murciana «ad hoc» para la fábrica, en la que se pueden lavar tapices de tal envergadura. Agua desmineralizada y «saponina» -un jabón natural- son los dos pilares en los que se basa este proceso. Curiosamente, en él intervienen media docena de técnicos que, con una esponja y de forma manual, tumbados sobre la plataforma, extraen la suciedad de las piezas.
La importancia del secado es impresionante. Se succiona manualmente para eliminar todos los restos de agua y se deja secar sobre una batea. El cambio es increíble. Finalmente, los tapices vuelven a pasar por las manos de este equipo para dar las últimas puntadas al proceso de restauración.
Para el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, quien se reunió ayer con el Patronato de la Fundación en este enclave único, la intención es que, una vez restaurados, estos cuatro tapices junto a dos que pertenecen a Patrimonio Nacional puedan conformar una exposición para disfrute y deleite no solo de los valencianos, sino de todos los españoles. En esta misma línea el rector del Colegio del Patriarca de Valencia, Juan José Garrido, confirmó que, durante muchos años se estudió la idea de restaurar estos tesoros, «pero valía muchos millones» y se desechó la iniciativa. «Es un trabajo impresionante», dijo orgulloso.
Un tesoro desconocido
Los tapices del Patriarca pertenecen a la época de oro de la historia de la tapicería y están fechados a principios del siglo XVI. Los dos más antiguos son los dedicados a La Parábola de la Viña. Una segunda pareja, la de Los Honores, están datados en 1528 y los posee Patrimonio Nacional. Completan la serie los dos paños de Vicios y Virtudes, también de fabricación flamenca.
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