«Tengo esperanza de que todo cambie»

«Tengo esperanza de que todo cambie. Y claro que cambiará. Ese es mi lema de todos los años. Tenemos que vivir de la esperanza». Son palabras de una de las mujeres bolivianas residentes en la Comunitat Valenciana recogidas por el Centro de Estudios para la Integración Social y Formación de Inmigrantes (Ceimigra) para su informe anual de las migraciones. Ellas, que sienten miedo e incertidumbre, forman parte de un colectivo especialmente afectado por la situación económica. Aun así, abandonar y regresar no son palabras que estén en su vocabulario.

Según los datos de la Fundación, participada por la Generalitat, no se ha producido una salida masiva de inmigrantes, ni siquiera un regreso significativo a los países de origen, aunque por los números del padrón pueda pensarse que sí.

En 2013 hay una variación interanual negativa de 216.125 personas extranjeras, dato que no corresponde al de salidas, puesto que en el mismo periodo han adquirido la nacionalidad española 115.557 inmigrantes, lo que afecta a la reducción en el padrón de la población no española. «La disminución real de personas extranjeras supondría un exiguo 1,75 por ciento de la población extranjera empadronada», reza el informe.

«La crisis económica en España no ha disuadido del proyecto migratorio ni ha provocado el retorno significativo de personas inmigradas a sus países de origen, ha alentado más bien las nacionalizaciones como única protección eficaz contra una política de inmigración inadecuada».

En la región valenciana, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 4.968.093 personas, de ellas casi el 86 por ciento tienen la nacionalidad española. El resto, unas 700.000 personas son extranjeras, principalmente procedentes de la Unión Europea (unas 375.000), aunque también destaca la población que ha nacido en África (más de 111.000 ciudadanos) y en Suramérica (unos 110.000).

Además, hay casi 160.000 personas en situación documental irregular, el 18,5 por ciento de los extranjeros empadronados, según un informe del Observatorio Valenciano de la Inmigración (Ovim). Además, el 95 por ciento del colectivo reside en la provincia de Alicante. Son, mayoritariamente, extranjeros procedentes de la UE, británicos, alemanes y holandeses, jubilados que tienen un seguro médico privado y a los que no les urge regularizar documentalmente su situación.

En la provincia de Valencia hay 3.420 inmigrantes sin los papeles en regla (el 2 por ciento), y en la de Castellón, 4.383 (el 3 por ciento).

Disminuye el número de alumnos extranjeros por tercer año

El número de alumnos inmigrantes en las aulas valencianas ha descendido por tercer año consecutivo. Según el informe anual de las migraciones del Ceimigra, en el curso 2012-2013 se matricularon unos 90.000 extranjeros, frente a los más de 100.000 que lo hicieron en el curso 2009-2010. Esta disminución, según los expertos de la Fundación, es más acentuada que en el resto del país. Se mantiene, sin embargo, la tendencia creciente del número de pupilos no españoles en la educación infantil.

En cuanto a la procedencia de estos alumnos, en la Comunitat destaca la presencia de niños de la Unión Europea (el 36 por ciento), de América del Sur (27 por ciento) y de África (22 por ciento). Con menor representatividad se sitúa el alumnado procedente de la Europa no comunitaria y de Asia (ambos con un 6 por ciento). Al comparar estos porcentajes con el curso de 2003-2004, se observa que el colectivo suramericano ha perdido puestos, ya que era la primera región de procedencia (ha pasado del 45 por ciento al 27). Además, se ha duplicado el alumnado procedente de la UE.