Una técnico dice que Blasco se arrogó la capacidad de interpretar las normas

La ex jefa del servicio de Asistencia Administrativa de la Conselleria de Cooperación, Teresa Clemente, coincidió ayer con el ex jefe de área, Sergio Aguado (que declaró el día anterior), en su apreciación de la reunión celebrada el 31 de julio de 2008, a las ocho de la tarde, en el despacho del entonces conseller, Rafael Blasco, y en la que éste les conminó a que incluyeran a la Fundación Cyes (nada que ver con la constructora) en el reparto de subvenciones.

Clemente señaló que fue una reunión tensa en la que el conseller «insistía e insistía» y que aseguraba que él «sabía que Cyes cumplía los requisitos». Requisitos que no había demostrado documentalmente y que había provocado que el Cuerpo técnico dejará a la Fundación fuera del reparto de las ayudas.

La jefa de servicio explicó que «Blasco nos dijo que él había confiado en nosotros al llegar a la Conselleria, a pesar de que le habían dicho que éramos un mal equipo, y que nosotros ahora debíamos mostrar la misma confianza que él había demostrado con nosotros».

Lejos de amilanarse, los funcionarios se reunieron con su directora general, Carmen Dolz, en el despacho del jefe de área porque Blasco les pidió que se lo volvieran a pensar y «apenas nadie dijo nada, estábamos convencidos de nuestra decisión». Tras este breve impás, Blasco les volvió a llamar a su despacho, siempre según la declaración de la testigo, y les volvió a conminar a incluir a Cyes y firmar el acta. Estos volvieron a leer la bases de la convocatoria. «Entonces Blasco nos dijo que sólo él y el subsecretario eran capaces de interpretar la norma», y dijo que les amenazó con revisar todos los expedientes tramitados por si habían cometió «otras irregularidades». Al final llegaron a la solución de dejar el acta bajo la custodia del secretario hasta que Cyes acreditara la experiencia, algo que sucedió unos días después.

La técnico no supo explicar por qué nadie de su Departamento, ni ella como responsable, había visto que las ayudas a Cyes se iban a destinar a la compra de inmuebles en Valencia y que apenas 20.000 euros irían destinados a Nicaragua. Clemente llegó a insinuar que esos datos no estuvieron en la ficha enviada por la entidad evaluadora, «hay al menos tres fichas distintas de esos proyectos».

Además, la evaluación de los mismos fue encargada por la secretaria general administrativa, Tina Sanjuán, y al parecer, puede que también la recepción del informe, algo inusual.

Días más tarde llegó a la Conselleria la certificación de que Cyes había tenido experiencia en cooperación en Nicaragua en 2005, si bien, según afirmó el fiscal, los certificados de tal extremo se confeccionaron en los ordenadores de Cyes en 2008.