El billete de Metro de papel desaparecerá el próximo año

Se sustituirán los títulos magnéticos por tarjetas monedero sin contacto y recargables

A partir de 2018 el billete de Metro sencillo y los bonometros desaparecerán. Al menos tal y como se conoce: una cartulina de papel rectangular con una banda magnética. El consejero de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán anunció ayer que a lo largo de este año se van a ir haciendo pruebas piloto para de eliminar el papel de los títulos de transporte de Metro el año que viene. En su lugar, se está probando una tarjeta monedero, similar a la que existe en otros suburbanos europeos como Oyster en Londres, que permitirán a los viajeros recargar los billetes que deseen y que se implantaría por fases hasta retirar el ticket de papel.

«El cambio permitirá aplicar descuentos, como los de familias numerosas o por discapacidad, que actualmente no se pueden incluir en los billetes sencillos o de diez viajes», explicó Rollán, que detalló que un gran porcentaje de las reclamaciones que recibe Metro de Madrid son por fallos en las máquinas expendedoras de billetes. De hecho, debido a que estas taquillas electrónicas ocupan un espacio limitado y no pueden coexistir los dos tipos de expendedora, se sustituirán las actuales por las que emitan las tarjetas monedero, que serán sin contacto como ya está disponible para el abono transporte.

Es decir, a partir del año que viene, si quiere pagar un billete sencillo lo hará en la misma máquina expendedora que ahora le da el título en papel. En vez de sacar un billete recibirá una tarjeta (como las habituales de crédito) anónima recargable. Según datos de Metro de Madrid, actualmente se consumen una media de 2.015 rollos al mes con un coste de 18.963 euros, lo que supone anualmente 24.180 rollos con un coste de 227.556 euros aproximadamente que el suburbano se ahorraría cada año con la puesta en servicio de las tarjetas (para las que áun no hay presupuesto). La venta media mensual es de 4.360.814 billetes, es decir, 52.329.768 billetes al año. El 75% de los desplazamientos que se realizan por el metro madrileño son de usuarios del abono transporte.