Autonomía de los centros

Desde que, en el año 2000, la OCDE publicó los resultados de la primera evaluación PISA, muchos países occidentales, cuyos sistemas de educación habían sido tradicionalmente considerados como los mejores del mundo, comenzaron a cuestionarse la eficacia de sus enseñanzas ante los resultados obtenidos. Probablemente esa fue la razón por la que, en los últimos años, algunos de estos países decidieron emprender reformas importantes en sus sistemas educativos. Entre estas reformas siempre están presentes la recuperación de la disciplina y del respeto a la autoridad del profesor, la implantación de exámenes o la selección de los profesores con mejor formación académica. Pero también se contempla la necesidad de que los centros escolares tengan mayor capacidad de decisión a la hora de establecer su propia oferta educativa.

Desde hace diez años, la Comunidad de Madrid ha ido tomando medidas en esa dirección: se han establecido pruebas externas para todos los alumnos de 6º de Primaria y de 3º de ESO, los centros escolares deben adoptar sus propios reglamentos de conducta y se ha implantado una ley de autoridad de los profesores.

En cuanto a la autonomía de los centros, la Comunidad ha puesto en marcha una experiencia realmente innovadora. Según la Ley Orgánica de Educación, el gobierno español establece el 65% de los contenidos de las asignaturas y el 35% restante corresponde a cada comunidad autónoma. Pues bien, la Comunidad de Madrid permite que aquellos centros escolares que deseen implantar algún proyecto singular que requiera la modificación de los programas o de los horarios de algunas asignaturas, puedan hacerlo siempre que respeten los mínimos estatales y siempre que realicen todas las pruebas externas que la Administración tiene establecidas.

Esta medida ha sido muy bien recibida por los colegios concertados y privados, que llevaban muchos años reclamando mayor libertad para organizar sus enseñanzas. Pero también ha tenido eco en ciertos colegios públicos e institutos que han visto en esta autonomía la posibilidad de adaptar su oferta académica a las necesidades reales de sus alumnos, con el fin de mejorar sus resultados escolares.

La Comunidad de Madrid cuenta ya con quince institutos tecnológicos, cuatro deportivos y dos especializados en la enseñanza de idiomas.

Además, una veintena de colegios públicos ha modificado su distribución horaria para afianzar el aprendizaje de la lengua, las matemáticas o los idiomas. Una pequeña muestra que todo indica que se ampliará considerablemente el próximo curso.

Alicia Delibes

Viceconsejera de Educación de la CAM